La practicante pituca

Cófrades, hace muchos años recuerdo haber leído esta sección en el foro y siempre se me quedó la espina de compartir mis experiencias. Aprovecharé estos días libres para contar algunas anécdotas.

Esta historia sucedió por el 2005 más o menos. Comienza cuando postulo a una chamba: en la etapa de los exámenes la psicóloga (una chica blancona, cabello corto negro, bonita figura, de unos veintiocho, con una cara seria, y unos labios rosados bien formaditos) nos explicaba en qué consistía el test. Seríamos unos seis aspirantes a esclavos laborales. Mientras la psicóloga hablaba se paseaba por las sillas, yo todo afanoso me había sentado adelante, en eso la flaca me queda viendo a los ojos, y se para a mi costado, literalmente su pierna empezó a rozar con la mía mientras explicaba. Me pareció extraño, la cojuda entregó las cartillas de preguntas y dijo empiecen... Grande fue mi sorpresa al darme cuenta que tenía varias preguntas con la alternativa correcta ya marcada. Ni huevón pues, le di check a todo. El examen terminó y la psicóloga nuevamente se pone a mí costado y su pierna otra vez bien pegada a la mía y empujándola, csm no lo podía creer, al toque me empecé a poner Paraguay, ¿sería que esta flaca estaba arrecha, o me estaba poniendo a prueba? Nos agradeció y dijo que llamarían a los que pasan a la siguiente etapa. Cuando salía de la habitación pude ver que tenía un culito interesante, no era nalgona, pero sí con buenas caderas. Me quise acercar a preguntarle cualquier tontera, pero en eso abrió la puerta el otro psicólogo y nos hace llenar una ficha de datos personales y tmr, me cagó el cabrejo ese...

Al par de días me llaman para decir que pasé a la siguiente entrevista, ahí le caí bien al que sería mi jefe y me dieron la chamba. Ya quería empezar para ver si la hacía con la psicóloga, ¿realmente se me habría insinuado? Pero esa respuesta será para otra historia. Esta se trata de la practicante. Resulta que mi área había abierto dos puestos, el mío y de un practicante. Esto me enteré el primer día en que llego a la oficina de mi jefe y ahí estaba sentada ella, Pamela, era una chica de 20 años, ojos color miel, piel canela pero de esas bronceadas, pequitas en la nariz, cabello lacio con cola, carita de muñeca, estaba sentada así que no podía apreciar aún qué tal estaba de cuerpo. Nos mandaron a pasear por la empresa con el cuento de la inducción, ahí me gané que tenía un cuerpito delicioso, chatita, tetitas paraditas, cinturita, culito respingón, parecía una vania bludau tierna, se le notaba de pocas palabras, pero con acento pituco. A la hora del almuerzo le digo vamos a comer por acá cerca. Atracó y fuimos a una cevichería de 20 soles el plato, para la época me parecía carioca. En medio almuerzo la flaca saca su nextel y habla con su mamá, le dice "estoy en una cevichería de mala muerte" y se pone a llorar, jajaj, ahí es que me cuenta que era sobrina del dueño de la empresa y estaba practicando por castigo, que su mamá le obligaba a conocer lo que era dizque trabajar...

Con el paso del tiempo nos hicimos patas, ella faltaba y como nadie podía decirle nada me llamaba a mí para pedir permiso y dizque justificar su falta porque supuestamente era mi practicante (que no me ayudaba ni pincho, pero el trabajo no era pesado y servía para distraer el ojo), me contaba de los planes con su novio, de sus peleas con su mamá, de sus fines de semana en Asia, para esto yo nunca había ido a Asia jaja, pero le seguía la corriente y le hacía reír contándole de mis enredos con la que era mi flaca de ese tiempo, que era tóxica al mango y a veces me esperaba en la puerta de la chamba. No teníamos mucho en común, salvo hablar de música y los halagos que le hacía porque se vestía bien bacán, no el clásico Jean y chaqueta o vestido de oficina, como era ficha compraba roba de diseños pajas, yo le pedía tips pa regalarle cosas a mi flaca.
Todo en plan de amigos, hasta que un viernes en que había horario de verano, y salíamos al medio día, me dice de la nada: "Foreman, acompáñame al carro un ratín que te quiero enseñar algo", llegamos a su carro y me hace la seña pa subir, ahí me mira y dice: "oyeee, me he comprado dos vestidos y quiero que me des tu opinióóón de cómo me quedan". Le digo que ya, chévere. Pamela prendió el carro y arrancó hacia la Panamericana, en ese instante supe que quería que le dé pinga, puso un disco de electrónica y hablamos banalidades durante los diez minutos que nos tomó llegar de la chamba a un hotel, parece que tenía todo planeado porque se estacionó rápido, subimos y pagó la habitación, no hablamos nada en el trayecto al cuarto, ella abrió la puerta y entró al baño con un bolso. No sabía si esperarla calato, en bóxer, o por lo menos quitarme los zapatos, ¿qué tal si solo quería enseñarme los vestidos? Jaja, ni cagando. Me senté en la cama y prendí la tele. Finalmente salió del baño, llevaba puesto un vestido holgado color verde oscuro, le quedaba alto y se lo hice saber, me paré delante de ella y acercándome le dije que con ese vestido veía sus piernas más bronceaditas que de costumbre. Ella se rió y giró dando vuelvo al vestido, ahí me gané con que llevaba una truza de esas con encaje que le quedaban al cuete. Se metió de nuevo al baño y me dijo que me siente en la cama y cierre los ojos...

 

que buen relato mano, yo creo que le diste confianza desde que le pedías tips de como vestirse o que comprarle para tu flaca, osea creo que hubo cierta sinceridad. a parte de que los dos son nuevos en la empresa a pesar q sea familiar del dueño.

 

Esto se pone bueno. Siga doc

 

qué buen relato cofrade; en verdad parece que ella se lo cacho a usted jaja

 

este relato esta bueno sobre la experiencia y anécdota pasada son cosas vividas de vez en cuando

 

Esperamos la continuacion

 

Buen relato cofrade continue

 

Cofraaa así no se juega... esta si ir me dejo como dirían algunos cofras... a media paja... jajaja

 

Cofra esperamos la parte 2

 

ya cofra, abra los ojos y cuente jajaja

 

Para poner un poco más de contexto: a Pamela le llevo un año, en esa época yo también era pulpin, solo que ya había acabado la universidad. La flaca, como conté es de una familia de clase alta y harto billete, ni necesitaba estudiar, ni trabajar, a la chamba iba por obligación, pero cuando le explicaba las tareas me miraba con atención y algo de curiosidad. Tenía buen tiempo con su flaco, eran surferitos y se la vivían en la playa todo el año, a veces me contaba que peleaban, pero siempre volvían. Nunca me dio la impresión de ser bandida. En esos años yo tampoco le había sido infiel a mis flacas, o sea, infiel en el sentido de cachar con otra, porque agarres y paleteos no cuentan como infidelidad. Tenía mi pepa, aún era delgado y lo más importante, tenía pelo.

Siguiendo con el relato:
Luego de que volvió a cerrar la puerta del baño me quité los zapatos y me senté apoyándome en la cabecera de la cama. Ahí nomás Pamela dijo desde el otro lado de la puerta con voz risueña: "cierra los ojos, ah". Yo yo: "ya, sal nomás". Abrió la puerta y llevaba un babydoll blanco que resaltaba su piel canela. "Tramposo, te dije que los cerraras."

Estaba con el cabello suelto que llegaba a los hombros y se puso a caminar por el cuarto, al instante me paré como un resorte y fui hacia ella, la verdad no recuerdo qué le dije, algo sobre su caminar de modelo o una cojudez así, la cosa es que la tomé de la mano y le hice dar una vuelta, al girar la traje hacia mí y nos empezamos a besar, sus labios eran deliciosamente suaves, la tomé fuerte de esa cinturita y la pegué más hacia mí, se dio cuenta que estaba fierro, puse mi mano por debajo del babydoll para tocar su piel por su cintura, su espalda, bajé a sus nalguitas y dio un respiro que hizo que dejáramos de besarnos, nos vimos fijamente a los ojos y sonrió, esa fue la primera vez que vi la cara de la lujuria.
Volvimos a besarnos con más intensidad, mientras la manoseaba, ella me desabrochaba la camisa. Caímos en la cama, me quité lo que quedaba de ropa y le saqué el babydoll, rápido me fui a sus tetas que ya estaban con los pezones duritos, eran pequeños con las puntas paraditas, de un color marrón claro (esta flaca sí que estaba bien bronceada, que solo por los bordes de los pezones se notaba su color natural). Me quité el bóxer y ella solita me empezó a dar una mamada, me la chupó un buen rato, luego sus manos me jalaban fuerte la pinga, así que le dije que me tocaba a mí y al quitarle el calzón para sopearla vi una papita completamente depilada, efectivamente la flaca era un bombón, que rica estaba. Le succioné el clitoris, metí lengua y dedo haciendo mi mayor esfuerzo en tratar de complacerla. Ella soltaba gemidos suaves y cerraba los ojos.
No aguanté más las ganas y me subí encima de ella para penetrarla, la besé y se la metí despacio hasta tocar fondo, ella se movía debajo mío y yo trataba de llegar a coger el mismo ritmo para hacerlo parejo pero nos ganó la arrechura y nos movíamos en forma desenfrenada, me salí un par de veces para parar un poco el quaker, la jalé al borde de la cama y con sus piernas al hombro la seguí bombeando, ella gemía y daba gritos ahogados. No decíamos nada, solo seguía metiéndole pinga, a pelo. Ni me había percatado de condones, creo que ni me importó porque ese tipo de hembra no tenía pierde, difícil una ets, y si la llenaba hubiera salido ganando.

Luego ella se montó encima y se echaba hacia atrás mientras subía y bajaba de mi pinga. Yo le sobaba el clitoris y las tetas, se dio la vuelta y la puse en perro, teniéndola así un rato se me venía la leche, se lo dije y abrió su boquita para recibirla, le solté buenos chorros. La flaca se fue corriendo al baño y los escupió jajaj, decía que le gustaba recibirlos en la boca pero le daba asco el sabor.

Nos recostamos un rato, prendió un pucho y hablamos tonterías sobre el jefe y las flacas de la chamba que dizque la miraban mal. Al rato habló con su flaco y yo me acordé que yo también tenía flaca jajaj, no quiso ducharse ahí y nos fuimos oliento a cache, me jaló unas cuadras y cada quien pa su casa.


El lunes siguiente hablamos como si no hubiera pasado nada, habían miradas y risas de complicidad, así pasaron unas semanas. Hasta que otro viernes le dije en broma algo como que ya se venía el cambio de estación que cuándo me modelaba la nueva colección, que me gustó mucho el primer desfile y entre risas nos fuimos a tirar en el mismo hotel. Estuvimos así, con caches cada tanto, saliendo del trabajo, un par de veces pasamos la noche entre semana y al día siguiente íbamos a la chamba, nunca hubo complicaciones ni reclamos de nada, se pasaron rápido como cuatro meses así, hasta que terminó con su flaco y no quiso seguir sus estudios, menos con su práctica. La llamé me contó todo, quedamos en seguir en contacto, la volví a llamar un par de veces más pero no contestó más. Perdimos contacto, hasta que más o menos por las elecciones del 2016 me escribió un correo preguntando qué tal, que cómo me iba, no le contesté porque estaba bien encamotado con una arequipeña.
Hace poco la encontré en facebook, quince años después sigue guapa, más madura, menos bronceada, vive en Mallorca, ah, y se casó con el que era su novio de la época en que la conocí.

 

Se gradece buen relato

 

Buena historia cofra

 

Aprovechaste bien con la pitucamaestro

 

Que tal relato enganchador

 

buen relato cofra, sabes enganchar, pero noc rea q nos olvidamos, nos tienes pendiente el relato de la psicologa

 

Buen relato cofra, y como dijeron anteriormente, queda pendiente el de la psicóloga

 

buen relato cofrade una buena experiencia de vida

 

Buen relato.
Me hace recordar a mi primera chamba, yo con 19 años entre como asistente de almacén y tuve bastante interacción con la practicante de logística que hacía las guias de remisión y facturas. Congeniamos bien y la pasamos rico en ese año, cada viernes, saliamos a las 2pm y nos ibamos a tirar hasta las 7pm.

 

que relato para más excitante!!