Seguimos con mi primer encuentro con Vanessa. Ya me había alistado y estaba listo para irme pero Vanessa me dijo que se quedaría hasta que amanezca para poder ir a su casa Le dije que no había inconveniente y pregunté si podía quedarme. Me dijo que sí y fue a tomar una ducha. Pedí más cervezas heladas y cigarrillos y esperé su regreso. Salió del baño y se acostó sin ponerse nada de ropa. Esto promete pensé yo y nos pusimos a conversar mientras saboreabamos las chelitas. Me contó que no era prostituta, que había dejado a sus amigas en una disco y salido a caminar porque estaba preocupada por pagar una deuda y que mi pregunta la había tomado de sorpresa y sin pensar dos veces me dijo el precio por el servicio. Le dije que ahora entendía su nerviosismo del comienzo. Chelas van, chelas vienen, me decidí a acariciar suavemente sus caderas y al ver que no se oponía empecé a besarla. Qué ricos besos!! Toda una experta. Después de unos segundos empezamos las caricias eróticas hasta que se puso mi miembro en su boca para chuparlo, lamerlo, besarlo sin descuidar las caricias a las joyas de la familia. Muy a mi pesar tuve que apartarla para ponerme el condón y proceder a una nueva faena. Penetré un poco más fuerte que la primera vez y fue delicioso sentir la débil resistencia de su conchita al ingresar todo mi miembro. Empezó a moverse y gemir con fuerza mientras apretaba mi amigo con su conchita. Fue la más excitante pose de misionero que había disfrutado hasta ese entonces. Me ponía a mil ver su cara de placer y oír todo lo que me decía mientras cogíamos. Más duro papi decía, chupa fuerte mis senos pedía. Le gusta el sexo salvaje. Después de unos minutos me pidió cambiar de pose. Quería cabalgar así que se puso encima mío y se sentó en mi vara de Harry Potter y empezó nuevamente a gozar rico. Cabalgaba como si estuviera sobre un caballo desbocado gritando y diciendo cosas que a veces no podía entender hasta que tuvo un orgasmo explosivo y puso su cabeza en mi pecho para seguir teniendo más orgasmos hasta que se quedó quieta pero con mi miembro aún duro dentro de ella. Espere unos minutos y volvi a la carga para poder gozar yo también. Después de unas leves caricias se reanimó y volvio a moverse y gozar delicioso. Esta mujer es incansable pensaba yo mientras cambiamos de pose. Yo la quería tener en posición de pollito tomando agua para ver si podía disfrutar de su culito pero no se dejó para nada. Terminó otra vez y después de un par de minutos lo hice yo. Siempre me toma más tiempo terminar después del primer polvorete. Nos quedamos dormidos hasta las ocho de la mañana. Nos duchamos y nos acariciamos debajo de la ducha hasta que se puso a chupar al muñeco que le había dado tanto placer. No tiramos, sólo fueron caricias eróticas. Le dije para ir a desayunar y recién nos dimos cuenta que teníamos mucha hambre. Nos fuimos a una chicharronería y desayunamos a lo grande. Después le dije que si quería podíamos ir a curar cabeza a mi barrio y aceptó. Yo feliz de la vida porque no quería dejarla sin probar su hermoso culo. En ese tiempo yo vivía en Independencia. Cuando llegamos a mi barrio vi a unos amigos que ya estaban en plena cura pues se habían amanecido en una fiesta asíque nos unimos. Les presenté a Vane y mis amigos se quedaron muy impresionados. Después algunos me dijeron que se habían excitado apenas la vieron bajar del taxi. Estuvimos bebiendo cerveza hasta las cinco de la tarde. Pedimos cebiche y algo de comer antes de retirarnos. Le dije para ir a mi casa a descansar y ella aceptó al toque. Llegamos y directo nos fuimos a dormir hasta la medianoche más o menos. Tomamos otra ducha y siguieron las caricias hasta que salimos directo a la cama. Pero nos detuvimos a pedido de ella para seguir bebiendo más cervezas. Dos cervezas más y volvimos a la carga hasta que empecé a lamer y chupar su coñito húmedo y con aroma a mujer excitada. Me pidió que la penetrara y recién me di cuenta que ya no tenía condones. Papi no te preocupes por eso me dijo. Quiero que me tires como sea así que nos dedicamos a coger como si no hubiéramos tirado muchas semanas. La puse en cuatro para ver si esta vez me ganaba con un buen sexo anal. La nena se movía como siempre pero en determinado momento se retiró para chupar mi miembro y después se puso otra vez en perrito. Será una invitación? Me pregunté yo, así que procedí a darle besos negros a discreción y oí sus gemidos que sonaron como música para mis oídos así que procedí a acariciar su conchita y su clitoris hasta que me dijo No demores más y métela toda. Le puse más saliva en su anito y anito y a cumplir con su deber soldado le dije a mi amigo. Empecé a penetrar suavemente y cuando ya había entrado la cabecita siento que ella empuja su culo hacía atrás y entró todo con fuerza. Definitivamente una mujer con preferencia por el sexo salvaje. Al fin se cumplía mi gran deseo así que me dediqué a darle duro y parejo mientras ella pedía más duro mientras le daba buenas nalgadas. Duro y rápido metiendo y sacando y haciendo mi mayor esfuerzo pues casi no me quedaban fuerzas hasta que llené su culito apretadito de chibola con toda la leche que me quedaba. Muy pero muy rico. Una excitación grande sentir como apretaba su culito de vez en cuando como no queriendo dejar salir mi miembro. Nos quedamos dormidos hasta el amanecer y desperté con mi miembro en su boca. Me dijo que era obligatorio un buen mañanero después de haber gozado tanto así que volvimos a coger y después tuve que llevarla a su casa pero con la promesa de volver a tener más encuentros sexuales. Promesa que hasta seguimos cumpliendo. Les dejo un regalito para la vista Volveré con más historias de Vanessa tomadas de su diario desde el momento que perdió su virginidad. Espero no romper ninguna regla pues su primera experiencia fue a los dieciséis años
Seguimos con mi primer encuentro con Vanessa. Ya me había alistado y estaba listo para irme pero Vanessa me dijo que se quedaría hasta que amanezca para poder ir a su casa Le dije que no había inconveniente y pregunté si podía quedarme. Me dijo que sí y fue a tomar una ducha. Pedí más cervezas heladas y cigarrillos y esperé su regreso. Salió del baño y se acostó sin ponerse nada de ropa. Esto promete pensé yo y nos pusimos a conversar mientras saboreabamos las chelitas. Me contó que no era prostituta, que había dejado a sus amigas en una disco y salido a caminar porque estaba preocupada por pagar una deuda y que mi pregunta la había tomado de sorpresa y sin pensar dos veces me dijo el precio por el servicio. Le dije que ahora entendía su nerviosismo del comienzo. Chelas van, chelas vienen, me decidí a acariciar suavemente sus caderas y al ver que no se oponía empecé a besarla. Qué ricos besos!! Toda una experta. Después de unos segundos empezamos las caricias eróticas hasta que se puso mi miembro en su boca para chuparlo, lamerlo, besarlo sin descuidar las caricias a las joyas de la familia. Muy a mi pesar tuve que apartarla para ponerme el condón y proceder a una nueva faena. Penetré un poco más fuerte que la primera vez y fue delicioso sentir la débil resistencia de su conchita al ingresar todo mi miembro. Empezó a moverse y gemir con fuerza mientras apretaba mi amigo con su conchita. Fue la más excitante pose de misionero que había disfrutado hasta ese entonces. Me ponía a mil ver su cara de placer y oír todo lo que me decía mientras cogíamos. Más duro papi decía, chupa fuerte mis senos pedía. Le gusta el sexo salvaje. Después de unos minutos me pidió cambiar de pose. Quería cabalgar así que se puso encima mío y se sentó en mi vara de Harry Potter y empezó nuevamente a gozar rico. Cabalgaba como si estuviera sobre un caballo desbocado gritando y diciendo cosas que a veces no podía entender hasta que tuvo un orgasmo explosivo y puso su cabeza en mi pecho para seguir teniendo más orgasmos hasta que se quedó quieta pero con mi miembro aún duro dentro de ella. Espere unos minutos y volvi a la carga para poder gozar yo también. Después de unas leves caricias se reanimó y volvio a moverse y gozar delicioso. Esta mujer es incansable pensaba yo mientras cambiamos de pose. Yo la quería tener en posición de pollito tomando agua para ver si podía disfrutar de su culito pero no se dejó para nada. Terminó otra vez y después de un par de minutos lo hice yo. Siempre me toma más tiempo terminar después del primer polvorete. Nos quedamos dormidos hasta las ocho de la mañana. Nos duchamos y nos acariciamos debajo de la ducha hasta que se puso a chupar al muñeco que le había dado tanto placer. No tiramos, sólo fueron caricias eróticas. Le dije para ir a desayunar y recién nos dimos cuenta que teníamos mucha hambre. Nos fuimos a una chicharronería y desayunamos a lo grande. Después le dije que si quería podíamos ir a curar cabeza a mi barrio y aceptó. Yo feliz de la vida porque no quería dejarla sin probar su hermoso culo. En ese tiempo yo vivía en Independencia. Cuando llegamos a mi barrio vi a unos amigos que ya estaban en plena cura pues se habían amanecido en una fiesta asíque nos unimos. Les presenté a Vane y mis amigos se quedaron muy impresionados. Después algunos me dijeron que se habían excitado apenas la vieron bajar del taxi. Estuvimos bebiendo cerveza hasta las cinco de la tarde. Pedimos cebiche y algo de comer antes de retirarnos. Le dije para ir a mi casa a descansar y ella aceptó al toque. Llegamos y directo nos fuimos a dormir hasta la medianoche más o menos. Tomamos otra ducha y siguieron las caricias hasta que salimos directo a la cama. Pero nos detuvimos a pedido de ella para seguir bebiendo más cervezas. Dos cervezas más y volvimos a la carga hasta que empecé a lamer y chupar su coñito húmedo y con aroma a mujer excitada. Me pidió que la penetrara y recién me di cuenta que ya no tenía condones. Papi no te preocupes por eso me dijo. Quiero que me tires como sea así que nos dedicamos a coger como si no hubiéramos tirado muchas semanas. La puse en cuatro para ver si esta vez me ganaba con un buen sexo anal. La nena se movía como siempre pero en determinado momento se retiró para chupar mi miembro y después se puso otra vez en perrito. Será una invitación? Me pregunté yo, así que procedí a darle besos negros a discreción y oí sus gemidos que sonaron como música para mis oídos así que procedí a acariciar su conchita y su clitoris hasta que me dijo No demores más y métela toda. Le puse más saliva en su anito y anito y a cumplir con su deber soldado le dije a mi amigo. Empecé a penetrar suavemente y cuando ya había entrado la cabecita siento que ella empuja su culo hacía atrás y entró todo con fuerza. Definitivamente una mujer con preferencia por el sexo salvaje. Al fin se cumplía mi gran deseo así que me dediqué a darle duro y parejo mientras ella pedía más duro mientras le daba buenas nalgadas. Duro y rápido metiendo y sacando y haciendo mi mayor esfuerzo pues casi no me quedaban fuerzas hasta que llené su culito apretadito de chibola con toda la leche que me quedaba. Muy pero muy rico. Una excitación grande sentir como apretaba su culito de vez en cuando como no queriendo dejar salir mi miembro. Nos quedamos dormidos hasta el amanecer y desperté con mi miembro en su boca. Me dijo que era obligatorio un buen mañanero después de haber gozado tanto así que volvimos a coger y después tuve que llevarla a su casa pero con la promesa de volver a tener más encuentros sexuales. Promesa que hasta seguimos cumpliendo. Les dejo un regalito para la vista Volveré con más historias de Vanessa tomadas de su diario desde el momento que perdió su virginidad. Espero no romper ninguna regla pues su primera experiencia fue a los dieciséis años
Brothers que buen relato, que buena germa te cruzaste, seguramente muchos te pedirán datos, ten cuidado porque hay muchos soplones, que le irán con el chisme y posiblemente pierdas esos polvos memorables.
Brothers que buen relato, que buena germa te cruzaste, seguramente muchos te pedirán datos, ten cuidado porque hay muchos soplones, que le irán con el chisme y posiblemente pierdas esos polvos memorables.