Sra. Elsa

• 

Sra. Elsa
Todo empieza en el año 1998, en casa de Juan (un amigo), su mamá es mi madrina y estaba de asilado político en su casa, por el mal momento económico que vivía en esa época.
Mi madrina era directora de una empresa se venta de cosméticos (colonias, labiales, esmaltes, accesorios, etc.) El ambiente laboral es muy agradable, conoces todo tipo de personas, sobre todo mujeres que se ganan un adicional en sus trabajos vendiendo los productos, dentro de las muchas señoras y señoritas que conocí me llamo mucho la atención Virginia. Su entorno era variopinto, bajas, altas, casadas, solteras, viudas, divorciadas, chibolas y tías, para nosotros todas ellas eran las “tías”
Así fue que conocí a Elsa, divorciada (atormentada porque no podía olvidar a su marido), de 35 años, muy bonita y de labios gruesos (como de negra), delgada 1.80 m, de busto pequeño, con unas preciosa nalgas redondas y enormes, piernas contorneadas espectaculares, siempre bien vestida, sobria y sin llamar la atención.
Además de ser una mujer muy bien conservada, era muy reservada y sus conversaciones solían ser de la vida de pareja con su marido y de su hijo un joven de 14 años,
Quien les habla delgado (en ese entonces), mido 1.80, ojos y cabello oscuro, y con toda la vida por delante, tenía 27 años.
Elsa congenio conmigo desde que la conocí, charlábamos mucho y a veces la acompañaba en sus negocios o pagaba sus cuotas en los bancos, incluso me pidió que lleve su auto a que le hagan mantenimiento, además de vender cosméticos hacia movilidad escolar a niños.
Mi madrina cumplía años y había organizado una fiesta, su cumple caía sábado y la fiesta ya estaba organizada. La mayoría de asistentes eran mujeres, el tono estaba en su plenitud, la gente bailaba y tomaba, había ron, cerveza, vino y buena música, las “tías” se estaban divirtiendo sanamente,
En pleno tono, llego la Sra. Virginia una morocha de buen cuerpo, de unos 30 años, 1.65 m. par de tetas bien puestas, cabello ondulado, pintado de castaño oscuro, ojos vivarachos y boca de mamona, siempre hablando en doble sentido y con la chispa en los ojos.
Virginia me pidió que me quede con ella, para hacerle compañía, nuestra conversación iba subiendo de tono, ya que todo lo llevaba al doble sentido, de paso que la hacía beber más de la cuenta para que afloje un poco y poder llevármela, ella me daba entrada, en eso llegó Elsa y se nos juntó, la ignoraba un poco, cosa que no le incomodaba porque me trataba como un chibolo (me decía chiquillo)
Los tres la estábamos pasando bien, bebíamos lo que teníamos al alcance y bailamos todo lo que sonaba, Virginia me sonreía, me pide que la acompañe al baño, ¿¿¿??? ¿Puedes o no? Claro que sí, sí puedo, ella ingresa al baño y cuido la puerta, al rato Virginia me dice que entre que no puede acomodar la tapa, momento que ella aprovecho para besarme, eso no me lo esperaba y me separe de ella, me volvió a jalar para besarme y no rechazo el segundo beso, aproveche su iniciativa y ataque, cogiéndole las tetas, le gusto ya que ahora si nuestras lenguas se enredaron y ambos empezábamos a excitarnos (en esos días tenía una mala racha y no ligaba con mujer alguna)
Nuestro tiempo en el baño fue prolongado, teníamos que regresar a la fiesta si no levantaríamos sospechas o alguien iba a tocar la puerta del baño y hay si se armaba.
Salimos sonrientes sin que nadie nos diga nada, y ahora que hacemos, espérame que voy a llamar a mi esposo para decirle que me voy a quedar en casa de Elsa y nos vamos a otro lado papacito, tal fue mi suerte que el marido le dijo que le confirme la dirección de la casa y que estaba llegando a la dichosa fiesta.
Bueno, tiro al aire, será para otra vez (me dije) el patín llego a la casa, yo lo recibí, Virginia lo presento a todos en la fiesta, sobre todo a mi madrina que era la cumpleañera.
Mientras Elsa me preguntaba porque me había demorado tanto con Virginia en el baño, lo cual me sorprendió, le dije que solo había sido el tiempo necesario para que ella haga lo que Dios manda. Hummm lo que dios manda, que sinvergüenza que eres.
What? ¿Qué me has dicho? Reclame. Mira chiquillo no soy tonta y Uds. se traen algo entre manos, por no decir entre sábanas, exclamo Elsa.
La pareja se nos juntó y continuamos celebrando, Virginia se encargó de darle todo el licor posible a su marido, al estar borracho nos invitó a su casa a seguir la fiesta, Elsa no se opuso, la note más suelta y desinhibida, Virginia me pidió que la acompañe a la cocina para que servir más tragos, y me dijo llegamos a mi casa y "este" se me duerme con dos cervezas, así que podemos aprovechar, eso me emociono sobremanera y le agarré el trasero, sin saber que Elsa nos observaba y se ganaba con el espectáculo.
Elsa me sonría, ya vez como no estaba equivocada, chiquillo, Uds. se traen algo y me están metiendo en el lío, algún problema le dije, no para nada quiero ver como acaba esto.
Al promediar las 4 am, salimos de la fiesta y nos dirigimos en búsqueda de un taxi, para ir a la casa de Virginia, mientras su marido avanzaba a duras penas, el alcohol había hecho efecto.
En un momento de lucidez me hice tres preguntas:
Elsa, pequeño detalle, ¿qué hago con ella allá?
Virginia, tiene hijos ¿qué hago si se despiertan?
Vive en la casa de la suegra ¿?
Caballero, no quedo otra que embarcar a Virginia y su marido en un taxi, acción que no le gusto para nada, haciéndole señas que hablamos después, nos despedimos debidamente los cuatro.
Elsa vive cerca de la casa de mi madrina, así que fuimos caminando, como hacía mucho frio le di mi casaca, ella no quiso en un comienzo, y me hizo notar que era muy "caballerito" y aproveche para despeinarla ¡No hagas eso! Manifestó, lo cual como es obvio lo volví a hacer.
Llegamos a la entrada de su edificio, me dio las gracias y se estaba despidiendo de mí, pero había 8 pisos por delante y estaba bastante ebria como para poder llegar a su destino, intentar abrir la puerta de ingreso al edificio fue toda una odisea ya que la chapa estaba mal y ella me lo hizo saber, aunque entre bromas: ¡Chiquillo ni siquiera eso saber meter! ¡Uyuyuy no puedes con una llave, menos vas a poder con otras cosas! Comentó, me causo gracia, ¡Ya vas a ver lo que te voy a meter! Contesté.
¿Qué me vas a meter? Exclamó Elsa (tengo una mujer deseable y apetitosa frente a mí, mareada y queriendo burlarse) la tome suavemente por el cuello y la bese, beso que en un comienzo fue rechazado, pero que estás haciendo, no seas loco, exclamó Elsa. La bese nuevamente y esta vez no hubo rechazo y poco a poco nuestras lenguas se entrelazaron comenzando una batalla propia.
Entre besos, metí una de mis manos por debajo de su blusa con dirección a sus senos, ¡No hagas eso! exclamó Elsa, no le di tiempo a reaccionar, ya había soltado los broches de su sostén, y estaba por atrapar sus pequeños senos con mis manos. ¿Qué estás haciendo? Nooo hagas eso, no lo hagas, murmuró Elsa.
Abrí un poco la casaca y levanté su blusa, teniendo al alcance sus pequeños, pero deliciosos senos, llevándolos a mi boca, succionándolos, besándolos y mamándolos.
Ohhhhhh, hummmmm, ahhhhhh, no hagas eso, nooo lo hagas – murmuraba Elsa.
Ahora sentía mucho dolor en la verga, ya estaba a mil, tenía unas ganas increíbles de orinar, una situación bastante incomoda que me hizo soltarle las tetas. Elsa se alejó repentinamente, ¡Estás LOCO! No puedes hacer esto y menos acá en la calle nos pueden ver – exclamó.
Le quite de las manos el llavero y la bendita puerta se abrió a la primera, yo sabía muy bien que si ella entraba a su casa perdía y me quedaría con las ganas.
Nos dirigimos al ascensor; pero la jale para que subiéramos por las escaleras, lo cual ella no rechazo y subimos, no recuerdo cuantos pisos, pero en el descanso de uno de ellos, la volví a besar la apoye contra la pared del mismo y sin más resistencia se entregó a mí.
Con ella entregada desabotone la blusa y saque su sostén, ahora con sus tetas libreas mordía a discreción sus pezones, pequeños pero muy erectos, succionaba y lamia, mientras ella me acariciaba el cabello, ahhh, hummm, dale chiquillo son tuyas, mis tetas son tuyas – exclamó; le baje el pantalón, la gire y me hundí en sus nalgas tenía un olor tan sublime, de mujer, estaba mojada, comencé a lamer sus labios en la oscuridad absoluta, sentí el olor de su ano, y lo bese, un beso negro difícil de olvidar, ella giro tomo mi cabeza y me beso con una pasión contenida... indescriptible.
Elsa se agacho y libero mi miembro, el cual me dolía más por la excitación y las ganas de orinar, se lo metió en la boca, por el dolor no sentía lo que hacía, se levantó y me dio la espalda, levantando el enorme par de nalgas, como somos de la misma estatura no fue difícil encaminar mi verga a su preciosa apertura, solo la escuche gemir, ahhhhhh, con las ganas contenidas entre suavemente, pero poco a poco fui aumentando el ritmo, lo que hacía que me saliera de ella, cuando estaba por llegar... Elsa replico ¡se sale! y le quite la casaca, la tire en el piso y la eche sobre ella, baje y bese sus muslos, le di su sopeada de rigor… hummmm que rico, dale mi chiquillo, hazme tu mujer, méteme la pinga, ya no aguanto, pero me dolía cada vez más la verga, por la erección y las ganas contenidas de orinar.
Tome sus interminables piernas sobre uno de mis hombros y de un solo empellón se la mande hasta el fondo, lo que le produjo un gemido largo y prolongado, ahhhhh, ahhhh. Sus paredes vaginales recibían mi verga, estuve en un mete y saca por largo rato, sus gemidos eran suaves y cortos, que rico, sigue muévete (me decía) hasta que sentí que Elsa se arqueaba y su respiración se entrecortaba, si, si, síiiiiiiiiii había conseguido el clímax del orgasmo.
Aun me molestaba la incontrolable situación de orinar, ella se puso de pie y se bajó el pantalón, hizo que me acueste, sentándose encima mío, ubicó mi verga en la entrada de su concha y se dejó caer de golpe, siiiiiii, ufffff, que rica pinga tienes chiquillo – susurró.
Al sentarse, casi revienta mi vejiga, no sabía qué hacer, la cogí por las caderas y la hice que suba y baje, evitando que llegue a golpearme con sus enormes y blancas nalgas, ya que un golpe más y mi vejiga explotaba. Vamos muévete chiquillo, muévete, que rica pinga tienes, dale, muévete, ¡Muévete! Hazme sentir mujer.
Estuvimos en esa pose buen rato, alcanzó su segundo orgasmo, no deje de moverme, pero no sabía si iba a llegar u orinar primero, la puse en de perrito y acometí sobre su raja de una manera salvaje, sentía como mis testículos chocaban contra sus muslos, aprovechaba en palmotearle las nalgas y ella aprisionaba mis testículos en cuanto podía, hasta que sentí una carga eléctrica que bajaba por mi espalda y explotaba en el final de mi verga… logre eyacular, tanto semen salió que desbordaba por los costados de su preciosa concha (estaba 6 meses sin mujer y no era de masturbarme)
Caí encima de ella, Elsa volteo su rostro y me beso ¡te gusto! a lo que afirme que si... que travieso me has resultado chiquillo, me has hecho venir 3 veces y vaya que tal cantidad de leche que has soltado.
Que te parece si vamos a mi cama... se me fue la borrachera, en su departamento estaba su hijo y su mamá y quería meterme ahí, NI LOCO, estaba arrecho, pero no para tanto... para esto ya estaba amaneciendo y nos podían encontrar.
Nos arreglamos y no dejaba de besarme, Elsa replico ¿cómo puedes aguantar tanto tiempo, hummm? llevándose un poco de mi leche a sus labios (si supiera que me estaba orinando) De ahí fue otra travesía hacerla entrar a su casa, porque quería continuar lo que habíamos comenzado...
Regresé a casa de mi madrina, alrededor de las 6:30 a.m., entre y fui directo al baño, no saben el placer que sentí de botar toda la orina que contenía mi cuerpo, aunado al hecho que me acaba de comer a un mujerón...

Continuará

 

Buen relato.. esperamos la continuación..... y alguna anécdota con Virginia?

 

me ha pasado y si corroboro es doloroso... jajajajajaja ahhh cuando era muchacho ahora solo queda el viagra y las pajas en abstinencia

 

Bien jugado!!

 

Esas ganas de orinar justo en pleno acto es demasiado incómodo, pero bien jugado cófrade, lo importante es que dejarlas bien despachadas , ya luego uno se las arregla.

 

muy bueno el relato, ..bien jugado cofra... seguro q esto tiene continuación...

 

Buen relato, continuad

 

Salió ganadazo cofra... Bien ahí. Pdro esa sensación de querer orinar y aguantarlo no es saludable para nada... De joven talvez puedas... Pero con el tiempo te llevará irremediablemente a la incontinencia urinaria... Asi que a tener cuidado todos.

 

• 

buen relato estimado sigue así y con foto