Esta historia comienza cuando mi viejo me envió al Cusco a solucionar un trámite familiar cuando era un chibolo pulpin. Me dio un buen billete, 2 boletos y el adicional de su tarjeta de débito, para que la usara en caso de emergencia. Llegado el día y cuando me disponía a ir al aeropuerto mi viejo me dice “que aeropuerto huevon?, te vas en bus” Así que señores, me sople las 17 de horas de camino hasta Cusco en un bus que salía desde la Av. Manco Capac (viaje que no le recomiendo ni a mi peor enemigo). Me demore un par de días en hacer el trámite y convencí a mi viejo para quedarme unos días más, que quería hacer turismo. Chape mi mochila y como todo un aventurero recorrí los caminos del inca. Fue una gran experiencia, pero los 3 días que hice el recorrido me chocaron y estaba hecho . Conocí un grupo que se iba para Urubamba, y entre ellos un par de argentinas de mendoza que me hacían ojitos así que que decidí seguirlos. Como ellos ya tenían donde llegar, tuve que arreglármelas solo para buscar un hospedaje en esa ciudad, había sido un día muy largo y de mucha caminata para mí. El clima era algo cálido y húmedo y había llovido durante horas por lo que mi ropa estaba húmeda y sudorosa…. Durante horas de búsqueda y caminata finalmente encontré un hotel tipo lodge disponible casi antes de la medianoche. Los propietarios me alejaron muy cortésmente, era una pareja de alemanes con excelente castellano. La habitación que me dieron era pequeña pero muy cómoda y el hotel tenía un pequeño sauna medio escondido. Había escuchado a amigos hablar maravillas del sauna y como estaba mojado y hecho del cansancio pensé que sería buena idea meterme para probar antes de dormir, así que me quité la ropa, me ate una toalla alrededor de la cintura y caminé por el pasillo hasta la puerta marcada 'SAUNA' decidido a probar que tal era. Abrí la puerta y encontré una pequeña sala de entrada con agua helada y una caja de pequeñas ramas de eucalipto. Bebí agua mientras pensaba que el calor en el sauna sería deshidratante y decidí dejar las ramas de eucalipto donde estaban. Entre con cuidado empujando lentamente la puerta del sauna vacío. Cuando entré pensé que aunque estaba bastante caliente esperaba que fuera más caliente. Vi el calentador, pero no estaba seguro de cómo usarlo, así que ni lo toque. Me senté, relajándome y dejando que los esfuerzos del día fluyeran lentamente de mis músculos cansados. Mientras estaba sentado allí con los ojos cerrados, me desperté cuando la puerta del sauna se abrió repentinamente. Yo esperaba estar solo a esta hora de la noche, pero ahora había alguien más. Una diosa nórdica entró en la habitación; bastante alta, delgada y rubia con una pequeña toalla envuelta alrededor de ella que no ocultaba su cuerpo de infarto. MI-ER-DA! Pensé dentro de mí, se lo tengo que contar a todo el barrio! Ella me sonrió como si fuera bastante natural entrar en una sauna a la medianoche con un completo extraño. "im sorry, ¿Do you speak spanish?" -pregunté esperanzado. -Sí, por supuesto que sí -respondió ella-, mucho gusto! "Oh, sí mucho gusto también." Dije, tratando de encaletar mi emoción -¿De dónde eres?-dijo la diosa mientras se sentaba frente a mí, mirándome con sus tremendos ojos celestes-. "De aquí en realidad, supongo que habrás conocido a muchos peruanos" – dije, pensando en los malditos bricheros que están al acecho de bellezas como ella. - “oh, serías el primer peruano que conozco” -se rió-. ”Aunque ya me contaron de la señorita Laura” – (Para esto era el enésimo extranjero que me jodia por Laura Bozzo y su show de , joda muy de moda en aquella época, aunque tenía mi respuesta estándar a esa pregunta. "esa bruja es mexicana". – Le dije "Perdón, fue algo tonto de decir” me dijo, ¿Qué haces por ahora?" "Estoy aquí para hacer un poco de turismo, nunca había estado por aquí, hice los caminos del inca y conoci Macchu Picchu", respondí. Oh, eso es genial, por eso estoy aquí también, me encanta su cultura y conocer tu país, por cierto mi nombre es Hyvaa, ¿cuál es el tuyo? " "Mi nombre es Goodfella, es un placer conocerte Hyvaa." Me sorprendió encontrar una turista tan guapa y sencilla, en un sauna a esas horas de la noche. Mientras Hyvaa y yo charlábamos sobre el Cusco, ella se trasladó al calentador y vertió un poco de agua sobre la cubierta, haciendo que el vapor y la temperatura aumentaran. Gotas de transpiración estaban estallando por todo nuestro cuerpo y yo estaba empezando a sentir el calor. Descubrí que Hyvaa tenía 26 años, era originaria de Islandia y vivía en Dinamarca con sus hermanos. Vino por una campaña en europa de labor social y se había separado de su grupo para conocer Cusco. Sin previo aviso, Hyvaa se levantó repentinamente, quitó la toalla de su cuerpo, la colocó a un lado y se tendió boca abajo. Mis ojos saltaron cuando vi un rápido vistazo de sus senos bien formados, sus pezones rosados y sus largas y tonificadas piernas, esto fue sin duda una noche de sorpresas. Hyvaa volvió la cabeza hacia un lado y me vio congelado mirando su cuerpo. "Oh, lo siento Goodfella, te he avergonzado?, es natural para nosotros ir desnuda en la sauna." "Está bien, no hay problema," tartamudeé, tratando sin éxito de quitar mis ojos de su culo bien formado. Ella me sonrió y continuamos charlando sobre nuestras tierras nativas. El calor era ahora muy intenso, y la transpiración estaba a mil. "Puede que necesites un poco de agua si no estás acostumbrado a la sauna, conseguiré algo para ti." Con esas palabras, Hyvaa se levantó y caminó desnuda frente a mí hasta la puerta. Regresó con un vaso de agua y algunas ramas de eucalipto. No hubo un toque de vergüenza cuando me entregó el agua y las ramas. Le di las gracias por el agua, consciente de una agitación definitiva de mi pene, y me preguntaba qué iba a hacer con las ramitas y las hojas que estaba sosteniendo. Hyvaa se recostó en el banco, me miró y pronunció las palabras que cambiarían mis planes para los próximos días. "Goodfella, ¿me harías un favor y me usarías el eucalipto?" -¿Usar el eucalipto? Yo pregunté. "Oh sí, una sauna no es una sauna hasta que hemos sido tradicionalmente golpeados ligeramente con el eucalipto", explicó Hyvaa, "Estimula la piel y es ideal para la circulación sanguínea, ven aquí y te mostraré". Mi mente estaba zumbando mientras me acercaba a ella, toda una diosa de metro ochenta desnuda frente a mí. "Ahora toma un pequeño ramo y golpea contra mi piel", dijo Hyvaa, tratando de mantener una cara recta mientras veía mi incomodidad con la toalla, que se me caía por lo húmedo y sudosa que estaba mi piel. "Ok Hyvaa, si estás segura de que eso es lo que quieres." Dije mientras levantaba el eucalipto y lo bajaba suavemente sobre sus nalgas bien formadas. "Oh Goodfella más duro, hazlo más duro que eso, estoy acostumbrada." ¿Quién era yo para rechazar a una mujer tan rica como ella?, así que con más fuerza comencé a azotar el eucalipto sobre su piel. "Ahhh sí, hacer mi espalda y las piernas también, esto es tan bueno." Hyvaa me insistió. Las marcas de las ramitas ahora eran visibles en su piel blanca lisa pero los sonidos eran gemidos del placer así que continué. Sin previo aviso hyvaa repentinamente se volvió sobre su espalda. Separó las piernas y colocó las manos bajo el cabello rubio, los pezones duros y los pechos apretados. Sus ojos brillaban de emoción y lujuria cuando ella dijo, "¡Haz mi frente, me encanta!" Recogí un poco más de eucalipto fresco y lo traje a través de sus pechos encantadores. Las marcas rosadas se formaron rápidamente, pero Hyvaa me animó a que mi brazo siguiera subiendo y bajando. Cuando el Eucalipto se acercó a su área púbica miré a Hyvaa y ella asintió con la cabeza para continuar. Las ramitas y las hojas acariciaron su vagina unas cuantas veces y luego se movieron por sus muslos. Los gritos de placer de Hyvaa fueron fuertes y largos mientras volvía a subir a su cadera. Mientras las ramas golpeaban su concha pelirroja, el cuerpo de Hyvaa se arqueó en el asiento mientras un orgasmo recorría su cuerpo resplandeciente. Dejé caer el eucalipto y me quedé allí viendo a esta encantadora dama retorcerse de placer, con el cerebro (y el pene) a punto de estallar. Finalmente se tranquilizó y abrió los ojos, sus pechos aun agitando sus esfuerzos y el calor. Hyvaa sonrió ampliamente hacia mí y se echó a reír. "Oh, fue maravilloso, muchas gracias!, ¡parece que también lo has encontrado emocionante!" Miré hacia abajo para encontrar que mi toalla había caído al suelo y mi kraken estaba tieso. Me encogí de hombros y sonreí, preguntándome qué pasaría después. Hyvaa se levantó con gracia desde su sitio, recogió ambas toallas y se dirigió hacia la puerta. "Vámonos, ambos necesitamos una ducha refrescante y luego me encargaré de ese problema", señalando mi pene. Esta historia continuara......
Esta historia comienza cuando mi viejo me envió al Cusco a solucionar un trámite familiar cuando era un chibolo pulpin. Me dio un buen billete, 2 boletos y el adicional de su tarjeta de débito, para que la usara en caso de emergencia. Llegado el día y cuando me disponía a ir al aeropuerto mi viejo me dice “que aeropuerto huevon?, te vas en bus” Así que señores, me sople las 17 de horas de camino hasta Cusco en un bus que salía desde la Av. Manco Capac (viaje que no le recomiendo ni a mi peor enemigo). Me demore un par de días en hacer el trámite y convencí a mi viejo para quedarme unos días más, que quería hacer turismo. Chape mi mochila y como todo un aventurero recorrí los caminos del inca. Fue una gran experiencia, pero los 3 días que hice el recorrido me chocaron y estaba hecho . Conocí un grupo que se iba para Urubamba, y entre ellos un par de argentinas de mendoza que me hacían ojitos así que que decidí seguirlos. Como ellos ya tenían donde llegar, tuve que arreglármelas solo para buscar un hospedaje en esa ciudad, había sido un día muy largo y de mucha caminata para mí. El clima era algo cálido y húmedo y había llovido durante horas por lo que mi ropa estaba húmeda y sudorosa…. Durante horas de búsqueda y caminata finalmente encontré un hotel tipo lodge disponible casi antes de la medianoche. Los propietarios me alejaron muy cortésmente, era una pareja de alemanes con excelente castellano. La habitación que me dieron era pequeña pero muy cómoda y el hotel tenía un pequeño sauna medio escondido. Había escuchado a amigos hablar maravillas del sauna y como estaba mojado y hecho del cansancio pensé que sería buena idea meterme para probar antes de dormir, así que me quité la ropa, me ate una toalla alrededor de la cintura y caminé por el pasillo hasta la puerta marcada 'SAUNA' decidido a probar que tal era. Abrí la puerta y encontré una pequeña sala de entrada con agua helada y una caja de pequeñas ramas de eucalipto. Bebí agua mientras pensaba que el calor en el sauna sería deshidratante y decidí dejar las ramas de eucalipto donde estaban. Entre con cuidado empujando lentamente la puerta del sauna vacío. Cuando entré pensé que aunque estaba bastante caliente esperaba que fuera más caliente. Vi el calentador, pero no estaba seguro de cómo usarlo, así que ni lo toque. Me senté, relajándome y dejando que los esfuerzos del día fluyeran lentamente de mis músculos cansados. Mientras estaba sentado allí con los ojos cerrados, me desperté cuando la puerta del sauna se abrió repentinamente. Yo esperaba estar solo a esta hora de la noche, pero ahora había alguien más. Una diosa nórdica entró en la habitación; bastante alta, delgada y rubia con una pequeña toalla envuelta alrededor de ella que no ocultaba su cuerpo de infarto. MI-ER-DA! Pensé dentro de mí, se lo tengo que contar a todo el barrio! Ella me sonrió como si fuera bastante natural entrar en una sauna a la medianoche con un completo extraño. "im sorry, ¿Do you speak spanish?" -pregunté esperanzado. -Sí, por supuesto que sí -respondió ella-, mucho gusto! "Oh, sí mucho gusto también." Dije, tratando de encaletar mi emoción -¿De dónde eres?-dijo la diosa mientras se sentaba frente a mí, mirándome con sus tremendos ojos celestes-. "De aquí en realidad, supongo que habrás conocido a muchos peruanos" – dije, pensando en los malditos bricheros que están al acecho de bellezas como ella. - “oh, serías el primer peruano que conozco” -se rió-. ”Aunque ya me contaron de la señorita Laura” – (Para esto era el enésimo extranjero que me jodia por Laura Bozzo y su show de , joda muy de moda en aquella época, aunque tenía mi respuesta estándar a esa pregunta. "esa bruja es mexicana". – Le dije "Perdón, fue algo tonto de decir” me dijo, ¿Qué haces por ahora?" "Estoy aquí para hacer un poco de turismo, nunca había estado por aquí, hice los caminos del inca y conoci Macchu Picchu", respondí. Oh, eso es genial, por eso estoy aquí también, me encanta su cultura y conocer tu país, por cierto mi nombre es Hyvaa, ¿cuál es el tuyo? " "Mi nombre es Goodfella, es un placer conocerte Hyvaa." Me sorprendió encontrar una turista tan guapa y sencilla, en un sauna a esas horas de la noche. Mientras Hyvaa y yo charlábamos sobre el Cusco, ella se trasladó al calentador y vertió un poco de agua sobre la cubierta, haciendo que el vapor y la temperatura aumentaran. Gotas de transpiración estaban estallando por todo nuestro cuerpo y yo estaba empezando a sentir el calor. Descubrí que Hyvaa tenía 26 años, era originaria de Islandia y vivía en Dinamarca con sus hermanos. Vino por una campaña en europa de labor social y se había separado de su grupo para conocer Cusco. Sin previo aviso, Hyvaa se levantó repentinamente, quitó la toalla de su cuerpo, la colocó a un lado y se tendió boca abajo. Mis ojos saltaron cuando vi un rápido vistazo de sus senos bien formados, sus pezones rosados y sus largas y tonificadas piernas, esto fue sin duda una noche de sorpresas. Hyvaa volvió la cabeza hacia un lado y me vio congelado mirando su cuerpo. "Oh, lo siento Goodfella, te he avergonzado?, es natural para nosotros ir desnuda en la sauna." "Está bien, no hay problema," tartamudeé, tratando sin éxito de quitar mis ojos de su culo bien formado. Ella me sonrió y continuamos charlando sobre nuestras tierras nativas. El calor era ahora muy intenso, y la transpiración estaba a mil. "Puede que necesites un poco de agua si no estás acostumbrado a la sauna, conseguiré algo para ti." Con esas palabras, Hyvaa se levantó y caminó desnuda frente a mí hasta la puerta. Regresó con un vaso de agua y algunas ramas de eucalipto. No hubo un toque de vergüenza cuando me entregó el agua y las ramas. Le di las gracias por el agua, consciente de una agitación definitiva de mi pene, y me preguntaba qué iba a hacer con las ramitas y las hojas que estaba sosteniendo. Hyvaa se recostó en el banco, me miró y pronunció las palabras que cambiarían mis planes para los próximos días. "Goodfella, ¿me harías un favor y me usarías el eucalipto?" -¿Usar el eucalipto? Yo pregunté. "Oh sí, una sauna no es una sauna hasta que hemos sido tradicionalmente golpeados ligeramente con el eucalipto", explicó Hyvaa, "Estimula la piel y es ideal para la circulación sanguínea, ven aquí y te mostraré". Mi mente estaba zumbando mientras me acercaba a ella, toda una diosa de metro ochenta desnuda frente a mí. "Ahora toma un pequeño ramo y golpea contra mi piel", dijo Hyvaa, tratando de mantener una cara recta mientras veía mi incomodidad con la toalla, que se me caía por lo húmedo y sudosa que estaba mi piel. "Ok Hyvaa, si estás segura de que eso es lo que quieres." Dije mientras levantaba el eucalipto y lo bajaba suavemente sobre sus nalgas bien formadas. "Oh Goodfella más duro, hazlo más duro que eso, estoy acostumbrada." ¿Quién era yo para rechazar a una mujer tan rica como ella?, así que con más fuerza comencé a azotar el eucalipto sobre su piel. "Ahhh sí, hacer mi espalda y las piernas también, esto es tan bueno." Hyvaa me insistió. Las marcas de las ramitas ahora eran visibles en su piel blanca lisa pero los sonidos eran gemidos del placer así que continué. Sin previo aviso hyvaa repentinamente se volvió sobre su espalda. Separó las piernas y colocó las manos bajo el cabello rubio, los pezones duros y los pechos apretados. Sus ojos brillaban de emoción y lujuria cuando ella dijo, "¡Haz mi frente, me encanta!" Recogí un poco más de eucalipto fresco y lo traje a través de sus pechos encantadores. Las marcas rosadas se formaron rápidamente, pero Hyvaa me animó a que mi brazo siguiera subiendo y bajando. Cuando el Eucalipto se acercó a su área púbica miré a Hyvaa y ella asintió con la cabeza para continuar. Las ramitas y las hojas acariciaron su vagina unas cuantas veces y luego se movieron por sus muslos. Los gritos de placer de Hyvaa fueron fuertes y largos mientras volvía a subir a su cadera. Mientras las ramas golpeaban su concha pelirroja, el cuerpo de Hyvaa se arqueó en el asiento mientras un orgasmo recorría su cuerpo resplandeciente. Dejé caer el eucalipto y me quedé allí viendo a esta encantadora dama retorcerse de placer, con el cerebro (y el pene) a punto de estallar. Finalmente se tranquilizó y abrió los ojos, sus pechos aun agitando sus esfuerzos y el calor. Hyvaa sonrió ampliamente hacia mí y se echó a reír. "Oh, fue maravilloso, muchas gracias!, ¡parece que también lo has encontrado emocionante!" Miré hacia abajo para encontrar que mi toalla había caído al suelo y mi kraken estaba tieso. Me encogí de hombros y sonreí, preguntándome qué pasaría después. Hyvaa se levantó con gracia desde su sitio, recogió ambas toallas y se dirigió hacia la puerta. "Vámonos, ambos necesitamos una ducha refrescante y luego me encargaré de ese problema", señalando mi pene. Esta historia continuara......
Les dejo la penúltima parte.... Rápidamente nos pusimos las toallas y dejamos la sauna. Hyvaa tomó mi mano y me llevó por el pasillo a su habitación. Ella insistió en meternos a la ducha. El agua fría tomó el calor de nuestros cuerpos externos mientras nos lavábamos. En primer lugar las manos resbaladizas y jabonosas de Hyvaa se movieron por todo mi cuerpo, lavando la transpiración y gastando más tiempo de lo necesario en mi pene y pelotas. Cuando terminó, Hyvaa me entregó jabón y puso sus manos sobre su cabeza, ofreciendo su cuerpo a mis cuidados. Comencé por su cuello y hombros y lentamente trabajé mi camino hacia abajo de su cuerpo sensacional. Las marcas de eucalipto estaban todavía en evidencia aunque lentamente se desvanecían mientras mis manos limpiaban sus senos firmes y bien formados y luego se movían más abajo sobre su barriga plana y alrededor de sus caderas hasta sus duras nalgas. Podía oír gemidos de aprecio de Hyvaa mientras mis dedos se deslizaban por su pubis y culo, luego por sus muslos hasta sus pies. Me enderecé, agarré la flexible manguera de la ducha y juntos lavamos el jabón de los cuerpos del otro. Empuje suavemente a Hyvaa en una esquina de la ducha y giré la boquilla de la ducha hacia la posición de masaje, ella gritó con deleite mientras apuntaba la corriente de agua justo en su vagina y no pasó mucho tiempo antes de que mi compañera sexy se sacudiera con su segundo orgasmo de la noche. Apagué los grifos y ayudé a Hyvaa a salir de la ducha, secándola con una toalla grande y suave. Ella me devolvió el elogio y cuando terminó y me llevó de vuelta al dormitorio. Mientras estábamos junto a la cama, nos besábamos profundamente por primera vez, sentí una de sus manos agarrar mi verga y acariciarla a toda su dureza. Cuando nuestros labios se separaron Hyvaa me empujó en la cama donde me tumbé en mi espalda con mi pene apuntando al techo. Hyvaa saltó sobre la cama, arrodillándose a mi lado y me sonrió mientras bajaba su boca hacia mi verga endurecida. Después de besar la cabeza y lamerse arriba y abajo el pene Hyvaa abrió su boca amplia y lentamente tomó toda la longitud en su boca. Yo estaba en el cielo y por como lo hacía estaba ante la mejor mamada que había experimentado. Una y otra vez Hyvaa levantó y bajó la cabeza, chupando fuertemente mi verga y dándome un placer increíble. Hyvaa tenía la increíble capacidad de tomar toda verga en su boca y en parte en su garganta, y luego se detuvo, con su nariz enterrada en mi vello púbico durante un minuto. Me mantuve en el tiempo que pude, pero no pasó mucho tiempo antes de que sintiera el familiar apretón en mis bolas y de cómo mi orgasmo se acercó. Hyvaa debió haber sentido que estaba cerca mientras me miraba asentía con la cabeza antes de volver a tomar mi verga. Su asentimiento fue como hacer clic en un interruptor y comencé a correrme, bombeando mi esperma en su boca, mis caderas subiendo a su boca y ella todavía chupando. Hyvaa no derramó una gota y pude ver sus músculos del cuello trabajando mientras ella tragaba mi carga, esta flaca seguramente amaba dar este tipo de placer. Cuando Hyvaa estaba segura de que había succionado mi última gota de esperma, soltó mi pene que ahora estaba floja de su boca y se acurrucó junto a mí. "Esa fue mi manera de decir gracias por lo que hiciste en la sauna y la ducha", dijo. "fue increíble Hyvaa, fue un placer dar y recibir, que bueno de que hayas decidido entrar al sauna esta noche". –le dije "Así es, fue muy rico, ahora vamos a dormir un poco, ha sido un día largo". Con esa declaración Hyvaa se acurrucó más cerca con un brazo alrededor de mí, obviamente esto era donde yo iba a dormir y no me quejaba. Pensé en estimularla para tirar, pero no tenía condones y aparte estaba destruido por los días anteriores. La mamada monumental de Hyvaa había agotado lo poco de energía que me quedaba. Me quede pensando que mis amigos no creerían lo que me acababa de pasar. Al rato ambos estábamos dormidos y no me moví hasta que ella me sacudió para despertar a las 8.00am. “Venga dormilon!, vamos a desayunar antes de salir a conocer la ciudad”, dijo y luego me dio un largo beso. Quiero hablar contigo mientras comemos. Pensé que íbamos a tener sexo por la mañana, pero ella estaba súper activa por hacer otras cosas. Regresé a mi habitación para ponerme ropa limpia. Hyvaa y yo desayunamos en el comedor casi vacío y charlamos mientras comíamos. Me preguntó cuáles eran mis planes para los próximos días, ya que hoy era el último día de ella en Urubamba. Le dije que durante los próximos días iba a hacer turismo y ver algunas atracciones cusqueñas antes de tomar mi bus de vuelta a Lima. Los ojos de Hyvaa se iluminaron cuando ella me sugirió que pasara los próximos días con ella en la “casa de verano” de uno de sus compañeros que hacia labor social en Cusco. La casa estaba alejada de la ciudad de Cusco, era de tipo colonial, solo vivía ahí la cuidadora de la casa, en un cuartito al otro extremo de la casona. Decidimos quedarnos hasta que Hyvaa partiera nuevamente con destino a Puno y posteriormente al salar de Bolivia. Mi decisión tomó alrededor de dos segundos; Por supuesto! Le dije., estaría encantado de pasar unos días con Hyvaa. Iba a estar con un mujeron y no iba a gastar en hotel! Despache a mi grupo original, hicimos nuestras maletas y reservamos un bus de retorno a Cusco donde pasamos la mayor conociendo la ciudad. La “casa de verano” era una delicia, un sitio muy acogedor y cómodo y situado justo a las faldas de un cerro totalmente verde. Al lado de la casa había un mini departamento con su propio sauna, pude ver que los próximos días iban a ser muy agradables. Después de desempacar Hyvaa y yo nos sentamos a relajarnos y beber una cusqueñas en los escalones de la casa con vista a los pampones, donde las vicuñas pastaban. Tenía un brazo alrededor de sus hombros mientras miramos el sol moverse lentamente hacia el horizonte. -Goodfella, hay algo que me ha estado intrigando desde anoche -dijo Hyvaa con su encantador acento-. -Qué cosa? Le pregunté, preguntándome lo que vendría. -Bueno, fue fantástico cuando me golpeaste con los eucaliptos anoche, fue como si supieses lo que hacias, ¿estás seguro de que nunca lo has hecho antes? "Bueno Hyvaa, es cierto que nunca he estado en un sauna antes y nunca he usado el eucalipto de esa manera, pero, tuve una novia hace unos años que le encantaba ser azotada, ella podía llegar a un orgasmo de la excitación de ser ser azotada. Así que supongo que de ahí he sacado mi experiencia”. "¿Ella tenía orgasmos por el azote?" Hyvaa se sorprendió, "Eso parece difícil de creer." "No realmente Hyvaa, lo que viviste anoche, de ser golpeada con el eucalipto, es muy similar, es el placer derivado del dolor." Hyvaa se quedó en silencio mientras nos sentábamos allí, obviamente pensando en lo que había dicho. Después de unos cinco minutos, volvió la cabeza hacia mí y preguntó: "Goodfella, quiero ver lo que es, ¿me lo haces ahora?" Estaba listo con mi respuesta, me aleje ligeramente de Hyvaa, la tome por los hombros y tire de ella sobre mi regazo. -¡Oh, Goodfella! Hyvaa gritó sorprendida cuando mi mano agarró el elástico de sus pantalones cortos y los bajó por los muslos delgados. Puse a Hyvaa sobre mis rodillas con mi mano izquierda en el centro de su espalda mientras mi mano derecha se frotaba, palmeaba y pellizcaba las nalgas. No le di a Hyvaa ninguna oportunidad de pensar en su petición cuando empecé a azotar su suave piel blanca. Mi mano se elevó y cayó, calentando lentamente sus mejillas y sus muslos. No hubo ningún sonido de Hyvaa, sólo un ocasional movimiento de su culo como el ritmo y la fuerza de los palmasos aumentó Como su piel se volvió lentamente a rosa el aumento de la fuerza de mis palmasos finalmente trajo una respuesta. "Oh, ah, ay, ¡oh, Goodfella, me gusta!" "¿Quieres que me detenga?" -pregunté, sin apaciguarme. La respuesta de Hyvaa fue negativa mientras movía la cabeza de un lado a otro. "Si te duele demasiado para acaba dices 'rojo' y voy a parar de inmediato." Dije. Hyvaa asintió en respuesta y se retorció en mi regazo mientras la nalgada continuaba. Empecé a darle más fuerte, y ya mis dedos penetraron su húmeda vagina, podía ver que estaba totalmente mojada, sus fluidos caían suavemente por el costado, mojando su calzón, le di palmazos más duros, ella estaba gritando en su lengua materna, pero yo podía decir que eran gritos de placer, no de dolor. Su piel era ahora de un rosa brillante, como si hubiera pasado demasiado tiempo en el sauna. Mi mano siguió subiendo y bajando, cada fuerte azote causaba un grito de ella, algo así: "Spank-ouch" "Whack - ahhhh" "Whack - aiyee!" Cuando el precioso y rojo culo de Hyvaa rebotaba bajo cada palmazo de mi mano, la cual estaba totalmente roja y yo sabía que el culo de Hyvaa también, ella gritó y llamó a la palabra segura: "Rojo, Goodfella, ohhhhhhhhh rojo por favor!" Hyvaa gritó. Dejé de azotarla inmediatamente y me sorprendió cuando Hyvaa saltó inmediatamente de mi regazo. Ella me miró, con sus ojos celestes brillantes su rostro emocionado: "Hasmelo Goodfella, fuck me now, lo necesito sooooooo baaad!" - grito en spanglish. Hyvaa se arrodilló en los escalones, me empujó hacia atrás y buscó la hebilla en mi correa. La ayudé a quitarme los pantalones y la ropa interior y mi verga dura salió libre. Con un rápido movimiento, Hyvaa se montó sobre mis muslos y se bajó sobre mi pene. Ambos suspiramos de placer mientras su concha mojada rodeaba mi verga y sentía el calor de sus mejillas de su culo caluroso acomodarse por un corto tiempo en mis muslos. Me acosté y dejé que Hyvaa estableciera el ritmo, los pezones duros en sus firmes senos temblaban mientras ella se contorneaba de arriba a abajo. Pensé que cometía una locura al hacerlo sin condón, pero ya estaba ahí, así que solo disfrute y pensé una vez más lo afortunado que había sido de conocer a esta sexy euro diosa, qué manera de pasar mis últimos días en Cusco! Hyvaa estaba como loca, poseída, no hicimos el amor; sólo tiramos duro y rápido. La paliza la había dejado enloquecida y ahora tenía una preciosa Islandesa cabalgando mi verga nacional. Finalmente estallamos en un gigantesco orgasmo, nuestros gritos y gemidos resonaron a través de las tranquilas pampas cusqueñas. Me desplomé de nuevo en los escalones y Hyvaa se echó encima de mí. Nuestros labios se encontraron en un largo beso mientras sus pechos se aplastaron contra mi pecho. Después de que recuperamos el aliento, Hyvaa habló mientras la abrazaba cerca de mí. "Dios mío Goodfella, esa paliza fue fantástica, no recuerdo haber estado tan encendida nunca, fue increíble". "Cariño, cuando te golpeé con el eucalipto en el sauna haciéndolo tan duro, pensé entonces que probablemente disfrutarías de una buena palmada", le dije mientras volvía a besar esos suaves labios. Y parece que tenía razón. Hyvaa sonrió satisfecha hacia mí: "Bueno señor inteligente Peruano, no sé tú, pero me ha dado sueño. ¿Por qué no nos vamos a la cama y por la mañana comenzaremos el día con nuestro propio Sauna. Creo que la combinación de una mano azotar y el eucalipto en el sauna será increíble. "Suena una gran idea para mi Miss Islandia, y quiero sentir lo que el eucalipto se siente también. No quiero volver a Lima sin experimentar todos los así llamados placeres de Europa." Hyvaa se inclinó y me besó otra vez, "Será un placer para mí mostrarles los placeres de Europa". Se levantó de un salto y me tiró de los pies: "Vamos Goodfella, vamos a dormir un poco, van a ser unos días ocupados pero fantásticos". Continuara...
Les dejo la penúltima parte.... Rápidamente nos pusimos las toallas y dejamos la sauna. Hyvaa tomó mi mano y me llevó por el pasillo a su habitación. Ella insistió en meternos a la ducha. El agua fría tomó el calor de nuestros cuerpos externos mientras nos lavábamos. En primer lugar las manos resbaladizas y jabonosas de Hyvaa se movieron por todo mi cuerpo, lavando la transpiración y gastando más tiempo de lo necesario en mi pene y pelotas. Cuando terminó, Hyvaa me entregó jabón y puso sus manos sobre su cabeza, ofreciendo su cuerpo a mis cuidados. Comencé por su cuello y hombros y lentamente trabajé mi camino hacia abajo de su cuerpo sensacional. Las marcas de eucalipto estaban todavía en evidencia aunque lentamente se desvanecían mientras mis manos limpiaban sus senos firmes y bien formados y luego se movían más abajo sobre su barriga plana y alrededor de sus caderas hasta sus duras nalgas. Podía oír gemidos de aprecio de Hyvaa mientras mis dedos se deslizaban por su pubis y culo, luego por sus muslos hasta sus pies. Me enderecé, agarré la flexible manguera de la ducha y juntos lavamos el jabón de los cuerpos del otro. Empuje suavemente a Hyvaa en una esquina de la ducha y giré la boquilla de la ducha hacia la posición de masaje, ella gritó con deleite mientras apuntaba la corriente de agua justo en su vagina y no pasó mucho tiempo antes de que mi compañera sexy se sacudiera con su segundo orgasmo de la noche. Apagué los grifos y ayudé a Hyvaa a salir de la ducha, secándola con una toalla grande y suave. Ella me devolvió el elogio y cuando terminó y me llevó de vuelta al dormitorio. Mientras estábamos junto a la cama, nos besábamos profundamente por primera vez, sentí una de sus manos agarrar mi verga y acariciarla a toda su dureza. Cuando nuestros labios se separaron Hyvaa me empujó en la cama donde me tumbé en mi espalda con mi pene apuntando al techo. Hyvaa saltó sobre la cama, arrodillándose a mi lado y me sonrió mientras bajaba su boca hacia mi verga endurecida. Después de besar la cabeza y lamerse arriba y abajo el pene Hyvaa abrió su boca amplia y lentamente tomó toda la longitud en su boca. Yo estaba en el cielo y por como lo hacía estaba ante la mejor mamada que había experimentado. Una y otra vez Hyvaa levantó y bajó la cabeza, chupando fuertemente mi verga y dándome un placer increíble. Hyvaa tenía la increíble capacidad de tomar toda verga en su boca y en parte en su garganta, y luego se detuvo, con su nariz enterrada en mi vello púbico durante un minuto. Me mantuve en el tiempo que pude, pero no pasó mucho tiempo antes de que sintiera el familiar apretón en mis bolas y de cómo mi orgasmo se acercó. Hyvaa debió haber sentido que estaba cerca mientras me miraba asentía con la cabeza antes de volver a tomar mi verga. Su asentimiento fue como hacer clic en un interruptor y comencé a correrme, bombeando mi esperma en su boca, mis caderas subiendo a su boca y ella todavía chupando. Hyvaa no derramó una gota y pude ver sus músculos del cuello trabajando mientras ella tragaba mi carga, esta flaca seguramente amaba dar este tipo de placer. Cuando Hyvaa estaba segura de que había succionado mi última gota de esperma, soltó mi pene que ahora estaba floja de su boca y se acurrucó junto a mí. "Esa fue mi manera de decir gracias por lo que hiciste en la sauna y la ducha", dijo. "fue increíble Hyvaa, fue un placer dar y recibir, que bueno de que hayas decidido entrar al sauna esta noche". –le dije "Así es, fue muy rico, ahora vamos a dormir un poco, ha sido un día largo". Con esa declaración Hyvaa se acurrucó más cerca con un brazo alrededor de mí, obviamente esto era donde yo iba a dormir y no me quejaba. Pensé en estimularla para tirar, pero no tenía condones y aparte estaba destruido por los días anteriores. La mamada monumental de Hyvaa había agotado lo poco de energía que me quedaba. Me quede pensando que mis amigos no creerían lo que me acababa de pasar. Al rato ambos estábamos dormidos y no me moví hasta que ella me sacudió para despertar a las 8.00am. “Venga dormilon!, vamos a desayunar antes de salir a conocer la ciudad”, dijo y luego me dio un largo beso. Quiero hablar contigo mientras comemos. Pensé que íbamos a tener sexo por la mañana, pero ella estaba súper activa por hacer otras cosas. Regresé a mi habitación para ponerme ropa limpia. Hyvaa y yo desayunamos en el comedor casi vacío y charlamos mientras comíamos. Me preguntó cuáles eran mis planes para los próximos días, ya que hoy era el último día de ella en Urubamba. Le dije que durante los próximos días iba a hacer turismo y ver algunas atracciones cusqueñas antes de tomar mi bus de vuelta a Lima. Los ojos de Hyvaa se iluminaron cuando ella me sugirió que pasara los próximos días con ella en la “casa de verano” de uno de sus compañeros que hacia labor social en Cusco. La casa estaba alejada de la ciudad de Cusco, era de tipo colonial, solo vivía ahí la cuidadora de la casa, en un cuartito al otro extremo de la casona. Decidimos quedarnos hasta que Hyvaa partiera nuevamente con destino a Puno y posteriormente al salar de Bolivia. Mi decisión tomó alrededor de dos segundos; Por supuesto! Le dije., estaría encantado de pasar unos días con Hyvaa. Iba a estar con un mujeron y no iba a gastar en hotel! Despache a mi grupo original, hicimos nuestras maletas y reservamos un bus de retorno a Cusco donde pasamos la mayor conociendo la ciudad. La “casa de verano” era una delicia, un sitio muy acogedor y cómodo y situado justo a las faldas de un cerro totalmente verde. Al lado de la casa había un mini departamento con su propio sauna, pude ver que los próximos días iban a ser muy agradables. Después de desempacar Hyvaa y yo nos sentamos a relajarnos y beber una cusqueñas en los escalones de la casa con vista a los pampones, donde las vicuñas pastaban. Tenía un brazo alrededor de sus hombros mientras miramos el sol moverse lentamente hacia el horizonte. -Goodfella, hay algo que me ha estado intrigando desde anoche -dijo Hyvaa con su encantador acento-. -Qué cosa? Le pregunté, preguntándome lo que vendría. -Bueno, fue fantástico cuando me golpeaste con los eucaliptos anoche, fue como si supieses lo que hacias, ¿estás seguro de que nunca lo has hecho antes? "Bueno Hyvaa, es cierto que nunca he estado en un sauna antes y nunca he usado el eucalipto de esa manera, pero, tuve una novia hace unos años que le encantaba ser azotada, ella podía llegar a un orgasmo de la excitación de ser ser azotada. Así que supongo que de ahí he sacado mi experiencia”. "¿Ella tenía orgasmos por el azote?" Hyvaa se sorprendió, "Eso parece difícil de creer." "No realmente Hyvaa, lo que viviste anoche, de ser golpeada con el eucalipto, es muy similar, es el placer derivado del dolor." Hyvaa se quedó en silencio mientras nos sentábamos allí, obviamente pensando en lo que había dicho. Después de unos cinco minutos, volvió la cabeza hacia mí y preguntó: "Goodfella, quiero ver lo que es, ¿me lo haces ahora?" Estaba listo con mi respuesta, me aleje ligeramente de Hyvaa, la tome por los hombros y tire de ella sobre mi regazo. -¡Oh, Goodfella! Hyvaa gritó sorprendida cuando mi mano agarró el elástico de sus pantalones cortos y los bajó por los muslos delgados. Puse a Hyvaa sobre mis rodillas con mi mano izquierda en el centro de su espalda mientras mi mano derecha se frotaba, palmeaba y pellizcaba las nalgas. No le di a Hyvaa ninguna oportunidad de pensar en su petición cuando empecé a azotar su suave piel blanca. Mi mano se elevó y cayó, calentando lentamente sus mejillas y sus muslos. No hubo ningún sonido de Hyvaa, sólo un ocasional movimiento de su culo como el ritmo y la fuerza de los palmasos aumentó Como su piel se volvió lentamente a rosa el aumento de la fuerza de mis palmasos finalmente trajo una respuesta. "Oh, ah, ay, ¡oh, Goodfella, me gusta!" "¿Quieres que me detenga?" -pregunté, sin apaciguarme. La respuesta de Hyvaa fue negativa mientras movía la cabeza de un lado a otro. "Si te duele demasiado para acaba dices 'rojo' y voy a parar de inmediato." Dije. Hyvaa asintió en respuesta y se retorció en mi regazo mientras la nalgada continuaba. Empecé a darle más fuerte, y ya mis dedos penetraron su húmeda vagina, podía ver que estaba totalmente mojada, sus fluidos caían suavemente por el costado, mojando su calzón, le di palmazos más duros, ella estaba gritando en su lengua materna, pero yo podía decir que eran gritos de placer, no de dolor. Su piel era ahora de un rosa brillante, como si hubiera pasado demasiado tiempo en el sauna. Mi mano siguió subiendo y bajando, cada fuerte azote causaba un grito de ella, algo así: "Spank-ouch" "Whack - ahhhh" "Whack - aiyee!" Cuando el precioso y rojo culo de Hyvaa rebotaba bajo cada palmazo de mi mano, la cual estaba totalmente roja y yo sabía que el culo de Hyvaa también, ella gritó y llamó a la palabra segura: "Rojo, Goodfella, ohhhhhhhhh rojo por favor!" Hyvaa gritó. Dejé de azotarla inmediatamente y me sorprendió cuando Hyvaa saltó inmediatamente de mi regazo. Ella me miró, con sus ojos celestes brillantes su rostro emocionado: "Hasmelo Goodfella, fuck me now, lo necesito sooooooo baaad!" - grito en spanglish. Hyvaa se arrodilló en los escalones, me empujó hacia atrás y buscó la hebilla en mi correa. La ayudé a quitarme los pantalones y la ropa interior y mi verga dura salió libre. Con un rápido movimiento, Hyvaa se montó sobre mis muslos y se bajó sobre mi pene. Ambos suspiramos de placer mientras su concha mojada rodeaba mi verga y sentía el calor de sus mejillas de su culo caluroso acomodarse por un corto tiempo en mis muslos. Me acosté y dejé que Hyvaa estableciera el ritmo, los pezones duros en sus firmes senos temblaban mientras ella se contorneaba de arriba a abajo. Pensé que cometía una locura al hacerlo sin condón, pero ya estaba ahí, así que solo disfrute y pensé una vez más lo afortunado que había sido de conocer a esta sexy euro diosa, qué manera de pasar mis últimos días en Cusco! Hyvaa estaba como loca, poseída, no hicimos el amor; sólo tiramos duro y rápido. La paliza la había dejado enloquecida y ahora tenía una preciosa Islandesa cabalgando mi verga nacional. Finalmente estallamos en un gigantesco orgasmo, nuestros gritos y gemidos resonaron a través de las tranquilas pampas cusqueñas. Me desplomé de nuevo en los escalones y Hyvaa se echó encima de mí. Nuestros labios se encontraron en un largo beso mientras sus pechos se aplastaron contra mi pecho. Después de que recuperamos el aliento, Hyvaa habló mientras la abrazaba cerca de mí. "Dios mío Goodfella, esa paliza fue fantástica, no recuerdo haber estado tan encendida nunca, fue increíble". "Cariño, cuando te golpeé con el eucalipto en el sauna haciéndolo tan duro, pensé entonces que probablemente disfrutarías de una buena palmada", le dije mientras volvía a besar esos suaves labios. Y parece que tenía razón. Hyvaa sonrió satisfecha hacia mí: "Bueno señor inteligente Peruano, no sé tú, pero me ha dado sueño. ¿Por qué no nos vamos a la cama y por la mañana comenzaremos el día con nuestro propio Sauna. Creo que la combinación de una mano azotar y el eucalipto en el sauna será increíble. "Suena una gran idea para mi Miss Islandia, y quiero sentir lo que el eucalipto se siente también. No quiero volver a Lima sin experimentar todos los así llamados placeres de Europa." Hyvaa se inclinó y me besó otra vez, "Será un placer para mí mostrarles los placeres de Europa". Se levantó de un salto y me tiró de los pies: "Vamos Goodfella, vamos a dormir un poco, van a ser unos días ocupados pero fantásticos". Continuara...
Las gruesas cortinas oscuras de la casona nos permitieron Hyvaa y yo a dormir tranquilos. En la mañana siguiente nos despertamos a las 10.30 am. Tomamos un desayuno ligero y nos fuimos al sauna. No había vecinos cercanos y la Sra. que cuidaba había salido, ambos caminamos desnudos por toda la casona. Por último, Hyvaa vio que la sauna estaba lo suficientemente caliente y entramos en la pequeña habitación. Pronto empezamos a transpirar, Hyvaa me mostró cómo usar el agua sobre el horno para producir el vapor. Nos tumbamos estirados en los bancos de madera, bebiendo agua para evitar cualquier deshidratación. Eché un vistazo a las ramitas frescas de Eucalipto que habíamos recogido antes de entrar al sauna preguntándome qué sentirían en mi piel. Pronto descubrí que Hyvaa de repente se levantó de su banco y agarró una pequeña rama. Con una sonrisa maligna se movió a mi lado y sin ninguna advertencia de repente me golpeó el culo con el Eucalipto. Salté con el choque pero el dolor no fue tan severo como había esperado. Como Hyvaa continuó golpeando mi espalda, trasero y piernas con el eucalipto me pareció bastante estimulante. Había algo picante, pero en realidad se sentía bastante revitalizante. Pequeñas marcas rojas comenzaron a aparecer por todas partes. Hyvaa dejó caer el eucalipto y empezó a azotarme en las nalgas, haciéndome reír en voz alta. Había sido azotado antes por una flaca mucho más fuerte y cuanto más Hyvaa me azotó más me reí. Había algo en la situación que me pareció muy divertido, pero mi risa estaba irritando a Hyvaa. -Volteate -ordenó ella con voz firme, mirándome fijamente mientras obedecía su instrucción, su mano alcanzaba un nuevo ramo de hojas de Eucalipto. Afortunadamente el dolor fue de corta duración y pronto me calmé. Besé a Hyvaa y le dije que estaba bien, nunca había sido golpeado allí antes. Después de asegurarle que todo estaba bien, suavemente pero firmemente empujé su cara hacia abajo sobre el banco. Con un manojo de eucalipto en mis dos manos comencé azotar suavemente su piel. Hyvaa estaba pronto gimiendo de alegría mientras las ramitas y las hojas estaban en contacto casi constante, causando sensaciones que ni siquiera había experimentado antes. La piel blanca de Hyvaa fue cubierta pronto con pequeñas marcas rojas y sin ninguna advertencia ella repentinamente se dio vuelta sobre su parte posterior. Continué con el doble golpe, aunque con un poco menos de fuerza, en sus pechos, panza y muslos. Cuando las puntas de las ramas de eucalipto tocaban su concha Hyvaa irrumpió en un inmenso orgasmo, arqueando su espalda fuera del banco y gritando en voz alta de tanto éxtasis. Dejé caer lo que quedaba de los eucaliptos y la abracé con fuerza mientras su cuerpo seguía sacudiéndose minutos después de su llegada. Abriendo los ojos, ella me miró, sacudiendo la cabeza como si no creyera en lo que acababa de experimentar. Nuevamente se subió sobre mi verga y empezó a cabalgarme, esta vez sus movimientos eran más intensos, yo besaba sus pezones rosados y acariciaba su cuello, tratando de no perder el aliento en medio del vapor, cuando estuve a punto de acabar, Hyvaa salto sobre mí y metió mi pene en su boca, haciendo un movimiento con sus dedos debajo de mis bolas, hizo que me viniera nuevamente en sus labios, mientras me miraba fijamente con sus tremendos ojos celestes. Estábamos ambos sudando profusamente del calor así que ella apuntó afuera en la dirección de las duchas. Asentí y la levanté en mis brazos, llevando su cuerpo fláccido y jadeante hasta el baño. Sabía que el agua era fría, así que abrí el grifo, todavía sosteniendo a Hyvaa en mis brazos. Yo estaba completamente desprevenido para el shock de agua fría en mi cuerpo recalentado. Todo el aire en mis pulmones parecía ser expulsado y yo solté a Hyvaa bramando mientras luchaba por recuperar mi aliento. Lentamente, mi cuerpo se adaptó a la temperatura del agua y recuperé mi compostura para escuchar y ver a Hyvaa riendo en voz alta ante mi reacción. Parecía que ambos nos reímos los unos de los otros esa mañana. Me salpicó el jabón y seguimos como dos niños de diez años en la ducha con el agua helada. Cuando finalmente volvimos al dormitorio, mi cuerpo se sentía fantástico, estimulado, vivo y lleno de energía. Nos secamos y nos sentamos en el cálido sol, riendo y hablando de los acontecimientos de la mañana. Los siguientes dos días fueron una mezcla de nalgadas, diversión, sexo, turismo, sauna, comer, beber y dormir un poco. Ambos sabíamos que nuestro tiempo juntos sería corto ya que ambos teníamos que volver, yo a Lima y ella con su grupo. Finalmente llegó el momento en que Hyvaa tuvo que acompañarme a tomar mi bus. Mientras estábamos en la terminal diciéndonos un triste adiós, prometimos mantener el contacto, y esperaba que nos encontráramos de nuevo en algún momento en el futuro. Nos besamos por última vez con lágrimas en los ojos y subí a mi bus. Cuando partió el bus me di la vuelta para despedirme por última vez, pero Hyvaa se había ido., me estire en el estrecho asiento del bus cama y sonreí mientras los recuerdos de mi aventura en cusco me inundaban la mente. ¿Volvería a verla alguna vez?
Las gruesas cortinas oscuras de la casona nos permitieron Hyvaa y yo a dormir tranquilos. En la mañana siguiente nos despertamos a las 10.30 am. Tomamos un desayuno ligero y nos fuimos al sauna. No había vecinos cercanos y la Sra. que cuidaba había salido, ambos caminamos desnudos por toda la casona. Por último, Hyvaa vio que la sauna estaba lo suficientemente caliente y entramos en la pequeña habitación. Pronto empezamos a transpirar, Hyvaa me mostró cómo usar el agua sobre el horno para producir el vapor. Nos tumbamos estirados en los bancos de madera, bebiendo agua para evitar cualquier deshidratación. Eché un vistazo a las ramitas frescas de Eucalipto que habíamos recogido antes de entrar al sauna preguntándome qué sentirían en mi piel. Pronto descubrí que Hyvaa de repente se levantó de su banco y agarró una pequeña rama. Con una sonrisa maligna se movió a mi lado y sin ninguna advertencia de repente me golpeó el culo con el Eucalipto. Salté con el choque pero el dolor no fue tan severo como había esperado. Como Hyvaa continuó golpeando mi espalda, trasero y piernas con el eucalipto me pareció bastante estimulante. Había algo picante, pero en realidad se sentía bastante revitalizante. Pequeñas marcas rojas comenzaron a aparecer por todas partes. Hyvaa dejó caer el eucalipto y empezó a azotarme en las nalgas, haciéndome reír en voz alta. Había sido azotado antes por una flaca mucho más fuerte y cuanto más Hyvaa me azotó más me reí. Había algo en la situación que me pareció muy divertido, pero mi risa estaba irritando a Hyvaa. -Volteate -ordenó ella con voz firme, mirándome fijamente mientras obedecía su instrucción, su mano alcanzaba un nuevo ramo de hojas de Eucalipto. Afortunadamente el dolor fue de corta duración y pronto me calmé. Besé a Hyvaa y le dije que estaba bien, nunca había sido golpeado allí antes. Después de asegurarle que todo estaba bien, suavemente pero firmemente empujé su cara hacia abajo sobre el banco. Con un manojo de eucalipto en mis dos manos comencé azotar suavemente su piel. Hyvaa estaba pronto gimiendo de alegría mientras las ramitas y las hojas estaban en contacto casi constante, causando sensaciones que ni siquiera había experimentado antes. La piel blanca de Hyvaa fue cubierta pronto con pequeñas marcas rojas y sin ninguna advertencia ella repentinamente se dio vuelta sobre su parte posterior. Continué con el doble golpe, aunque con un poco menos de fuerza, en sus pechos, panza y muslos. Cuando las puntas de las ramas de eucalipto tocaban su concha Hyvaa irrumpió en un inmenso orgasmo, arqueando su espalda fuera del banco y gritando en voz alta de tanto éxtasis. Dejé caer lo que quedaba de los eucaliptos y la abracé con fuerza mientras su cuerpo seguía sacudiéndose minutos después de su llegada. Abriendo los ojos, ella me miró, sacudiendo la cabeza como si no creyera en lo que acababa de experimentar. Nuevamente se subió sobre mi verga y empezó a cabalgarme, esta vez sus movimientos eran más intensos, yo besaba sus pezones rosados y acariciaba su cuello, tratando de no perder el aliento en medio del vapor, cuando estuve a punto de acabar, Hyvaa salto sobre mí y metió mi pene en su boca, haciendo un movimiento con sus dedos debajo de mis bolas, hizo que me viniera nuevamente en sus labios, mientras me miraba fijamente con sus tremendos ojos celestes. Estábamos ambos sudando profusamente del calor así que ella apuntó afuera en la dirección de las duchas. Asentí y la levanté en mis brazos, llevando su cuerpo fláccido y jadeante hasta el baño. Sabía que el agua era fría, así que abrí el grifo, todavía sosteniendo a Hyvaa en mis brazos. Yo estaba completamente desprevenido para el shock de agua fría en mi cuerpo recalentado. Todo el aire en mis pulmones parecía ser expulsado y yo solté a Hyvaa bramando mientras luchaba por recuperar mi aliento. Lentamente, mi cuerpo se adaptó a la temperatura del agua y recuperé mi compostura para escuchar y ver a Hyvaa riendo en voz alta ante mi reacción. Parecía que ambos nos reímos los unos de los otros esa mañana. Me salpicó el jabón y seguimos como dos niños de diez años en la ducha con el agua helada. Cuando finalmente volvimos al dormitorio, mi cuerpo se sentía fantástico, estimulado, vivo y lleno de energía. Nos secamos y nos sentamos en el cálido sol, riendo y hablando de los acontecimientos de la mañana. Los siguientes dos días fueron una mezcla de nalgadas, diversión, sexo, turismo, sauna, comer, beber y dormir un poco. Ambos sabíamos que nuestro tiempo juntos sería corto ya que ambos teníamos que volver, yo a Lima y ella con su grupo. Finalmente llegó el momento en que Hyvaa tuvo que acompañarme a tomar mi bus. Mientras estábamos en la terminal diciéndonos un triste adiós, prometimos mantener el contacto, y esperaba que nos encontráramos de nuevo en algún momento en el futuro. Nos besamos por última vez con lágrimas en los ojos y subí a mi bus. Cuando partió el bus me di la vuelta para despedirme por última vez, pero Hyvaa se había ido., me estire en el estrecho asiento del bus cama y sonreí mientras los recuerdos de mi aventura en cusco me inundaban la mente. ¿Volvería a verla alguna vez?