El llamado de Edgar.

Edgar prácticamente se había convertido en mi dueño, no sólo requería de mis servicios profesionales para solucionar problemas de inmigración en Chile, sino que se daba la absoluta paradoja que dichos servicios me los pagaba ofreciéndome a sus amigos o conocidos, por lo que no me extraño que me invitase a almorzar a su casa, si podía llamarse casa, a la habitación en la cual vivía, al llegar pasé directamente a la pieza de Edgar, no pocos de los residentes salieron a su puerta al verme y otros tantos me siguieron hasta la puerta de la habitación a una escasa distancia. Edgar recostado, no me deja cerrar la puerta -¿no me habías dicho que te gustaba mostrarte?- me dice, mientras no deja de mirarme. Con movimientos lentos para que pueda apreciarlo de a poco, levanto mi jersey pasándolo sobre mi cabeza dejándolo ver la grandiosidad de mis tetas, desabrocho mi falda dejándola caer hasta las rodillas, soltándola yendo a mis tobillos y con el pie se la lanzo. El frio contrae mis nalgas que sé son observadas por el resto de los presentes, los imagino masturbándose y siento que mi conchita se humedece mientras mi clítoris se endurece, nos los veo pero sé que desean mis senos, mi boca, mi conchita, mi cuerpo, sé que mueren por penetrarme y veo a Edgar frotar su entrepierna, gozando de la exhibición de mi culito.

No me molesto cuando Edgar invita a otros a la habitación, siento mi cuerpo estremecerse y los jugos de mi concha casi resbalar por mis muslos, mis manos comienzan a recorrer mi cuerpo, desabrocho mi sostén dejando escapar mis tetas, con mis manos las levanto ofreciéndolas, pellizco mis pezones, los tiro, hasta que estos se endurecen, se paran se ponen más sensibles, con los ojos cerrados imagino una verga que me penetra, mis manos van de mis pechos a las caderas, suben por mis axilas hasta retomar mis tetas, me tomo mis nalgas y las abro para que quienes están atrás también disfruten de mi cuerpo, llegó a mi concha la abro y toco mi clítoris frotándolo con rapidez, estoy por acabar, abro mis ojos para alcanzar a ver como se masturban. mis piernas pierden su capacidad de sostenerme, escucho a Edgar decirles que soy una puta, que pueden usarme pagándole la suma acordada, y estallo en un orgasmos tirada en el piso, imaginando sus miembros en mi boca, imaginando que me toman sin importarles, mis gemidos pueden oírse y atraen a otros hombres.

No puedo negarme, me gusta hacerles gozar.

Pasados unos minutos uno me recoge, me incorporo apoyándome en mis manos y mis rodillas, voy como una perra hacia la cama y me subo a ella, me apoyo con los brazos en la pared dejando una de mis tetas al alcance de Edgar, de su boca y este mama introduciendo el pezón aspirando hasta hacerme doler, ofrece mi otra teta a quien no conozco quien también se cuelga de ella, entre los dos me gozan, mientras arqueo mi cintura para que mi culito quede más expuesto, siento el placer en mi cuerpo, jadeo y me ahogo, bajo por el pecho de Edgar besándolo, mientras miles de manos me recorren, bajo por la orilla de la cama hasta quedar arrodillada, abro sus piernas, lo miro y llevo su pene a mi boca, mis mejillas se hunden mientras aspiro su miembro, bajo por su tronco hasta sentirlo entrando en mi tráquea, lo saco y jugueteó con mi lengua en su glande, lo oigo respirar agitado, mientras veo como los otros se masturban, sigo chupando y tomo otro miembro con mi mano masajeándolo, Edgar saca su verga de mi boca y se masturba con fuerza, azota su pene en mi cara, mientras yo aprieto la otra verga tirando su piel hasta la base, casi de manera simultánea oigo sus gruñidos de placer y fuertes chorros de esperma golpean mi cara, los cuales recojo llevándolos a mi boca.

Un hombre gordo me ofrece su pene, me toma de las axilas levantándome me hace doblar las rodillas y sentarme sobre él, abre mi concha con sus dedos, estoy a punto de explotar, ubica su miembro en la entrada de mi concha y tomándome de las caderas me ensarta hasta el fondo, grito de placer, -hazme acabar- le suplico pegada a su oído, me pide que le ruegue en voz alta, -hazme gozar- grito y veo más hombres reunirse a mi alrededor, y estallo en un nuevo orgasmo que hace correr mis jugos vaginales por el cuerpo de quien podría fácilmente ser mi abuelo, me retuerzo de placer sobre el cuerpo de mi violador, pero él no acaba, me levanta tomándome de la cintura para luego hacerme bajar por su miembro, se masturba con mi cuerpo, siento su verga en mi útero, como si quisiese entrar aún más en mí, un dedo juega en mi culo, me insulta, me dice cuan puta soy, llega al fondo de mi concha, quedándose ahí, haciéndome sentir como me inunda con su leche.

Estoy apoyada en las piernas de Edgar, apoyada mi nuca casi en su verga, mientras él juega con una de mis tetas, mi piernas abiertas, desnuda a la vista de todos, mientras conversan de cualquier cosa, algunos me acarician, mientras Edgar deja caer cerveza en mi boca directamente de la botella la cual se desparrama por mi cuerpo, me encuentro mareada, pero feliz y excitada me gusta que Edgar se sienta mi dueño, yo sólo quería hacerlos gozar, que me vieran como lo que soy un instrumento de placer para muchos hombres, que les gustara mi conchita, mi culo y las sensaciones que de ellas podían extraer sus penes, que gocen conmigo sin pensar en mí, procurarles el mayor placer posible, ser la mejor de las putas que hayan tenido, ser un objeto de consumo, que se toma cuando se desea y luego se deja, para volver a tomarlo cuando se desea, y a mí me encanta que me consuman.

Edgar hace un gesto aprobatorio y guarda unos billetes en el velador a un lado de la cama, alguien se arrodilla y lame mi concha, mete sus dedos haciendo arquear mi cuerpo, el placer nuevamente me invade y sólo deseo que me penetren, tomo su cabeza y lo hago subir por mi cuerpo hasta besarlo, siento su verga chocando en mi conchita y con mis manos le ayudo a penetrarme, impulso mis caderas, pero demasiado pronto baña mi interior con su leche. Otro saca casi a empujones a quien ha acabado me toma de las caderas y me da vueltas poniéndome de guata en la cama, el pene de un muchacho de no más de quince años queda a la altura de mi boca por lo que prontamente lo llevo a ella, escuchando sus gemidos, mientras otros lo avivan a seguir penetrando mi boca, alguien que no conozco levanta mi culito, abre mis nalgas mientras su pene se abre camino entre ellas, penetrando mi ano brutalmente, me tiene tomada de las caderas, el dolor me inmoviliza las piernas, pero no quiero impedirlo, no quiero, me penetra con furia, se retira para volver a penetrarme salvajemente, grito a cada una de sus estocadas, mientras el jovencito sigue masturbándose a un centímetro de mi cara, pero mis gritos no son para detenerle, sino para alentarlo a seguir taladrando mi culo, el esperma del jovencito baña mi cara, aprieto mis nalgas quiero sentir fuerte como me rompe para su propio placer, el no para de perforarme, violento, frenético, se deja caer sobre mi espalda al momento de sacar se verga y llenar mi espalda de semen, y yo gozo como nunca había gozado, los espasmos recorren nuevamente mi columna y pido a Edgar una ducha, levantándome entre todos ellos en completa desnudez.

La noche ha avanzado, sólo quedamos quienes nos encontramos en la habitación, me siento un poco ebria, camino entre ellos conversando y dejándome tocar a su placer, nos reímos, me encanta que alaben mi cuerpo y que aún demuestren ganas de poseerme, uno que viene recién llegando saluda a Edgar y al acercarse me besa, lo hace con pasión, su lengua penetra mis dientes, recorre mi paladar, me penetra la boca y chupa mi lengua, sin soltarme me tiende sobre el piso, sé que voy a gozar y abro mis piernas, él se acomoda sobre mi cuerpo sentado a horcajadas sosteniéndose de mis tetas, acomoda su pene entre mis tetas y se masturba con ellas, levanto un poco mi boca y a cada estocada en mis telas lamo y chupo se pene, intenta o eso creo penetrar mis pechos, no entre ellos, acomoda su verga sobre mi pezón haciendo fuerza en él, aplastándolo, tratando de perforarlo, casi rompiendo mis tetas, luego el otro, sube un poco más y apuñala mi garganta, hunde su miembro con toda la fuerza de su vientre, mientras yo tomo sus nalgas y lo obligo a hundirse aún más en ella, separando mis dientes y abriendo mis labios hasta asfixiarme, apenas pudiendo resistir la presión de su glande en mi campanilla, introduzco un dedo entre sus nalgas buscando su ano, y lo siento derramarse en mi llenando mi boca, mientras lo escucho gruñir de placer, -tómatelo me ordena- cosa que hago con gran gusto, mientras él se queda sobre mi realizando sus movimientos copulatorios para extender su placer aún más.

Siento que alguien me separa las piernas, se abre camino entre ellas y me penetra sin miramientos, me encuentro llena por la boca y la concha, bastan unos pocos movimientos y exploto en un nuevo orgasmo, que recorre mi cuerpo con gran intensidad, sin poder moverme, él no paraba de buscar su propio placer sin importarle el mío, quien estaba en mi boca se bajó y pude ver nuevamente a quien me poseía, era un hombre mayor, incluso le faltaban algunos dientes, me sentía realmente excitada mientras quienes jugaban con mis tetas sujetaban mi cabeza para que pudiera ver cómo era penetrada, sentía mis tetas moverse al ritmo de las penetraciones de su miembro, aminoraba el ritmo y lo aceleraba al recobrar el control de su respiración, su falo entraba y salía de mis carnes fluidamente, mientras yo sentía crecer en mi interior una presión que pronto no podría contener, era una concha al servicio, un cuerpo al servicio del placer de cualquiera, levanté mis rodillas y aprisione las caderas de mi abusador con mis piernas, me levanté y me aferre a sus hombros, rogándole que no se detuviera, él me besó salió de mí y me dio vuelta, inclinándome y apoyando su verga en mi culo, me sostuve sólo de los otros miembros que masturbaba y aquel que tenía en mi boca, estaba completamente sudada, el separa mis cabellos y aprieta mi nuca casí apoyado totalmente en mí, recorre mi espalda con sus dedos, rasguña mis nalgas, él se arquea apuntando a su verga a mi culo, la punta roza mi entrada posterior, yo muevo la cintura para acrecentar su deseo y permitir que lo meta en mi recto, me toma de los hombros y de un solo golpe lo siento partirme el culo, se mueve frenéticamente, hasta llenarme de leche nuevamente, me clavo, trato de ir aún más hacia atrás, quiero que su miembro se junte al que está en mi boca a través de mi cuerpo, e imaginando que eso fuese posible me derramo como un grifo abierto soltando la totalidad de mis jugos.

Apenas me dejan mis abusadores otros toman su lugar, me tienen totalmente llena, siento mi vagina contraerse cuando su miembro lucha por entrar aún más en mi interior a la vez que su amigo, del cual ni siquiera conozco el nombre, me agarra por la cintura y me aprieta contra él, me tienen totalmente empalada, los siento salir descoordinadamente de mí, sólo un poco para volver a entrar en mi cuerpo una y otra vez, mi vagina se vacia sólo para sentir que mi culito se llena, vuelven una y otra vez con movimientos duros, siento sus vergas durísimas a punto de estallar, sus testículos chocan mis nalgas, y sólo quiero más, grito pidiendo más, siento que me rompen, abro aún más mi culito con mis manos, para que me sigan desgarrando y me hagan totalmente suya, me responden con palabras sucias, duras, me revientan con fuerza, me enloquecen al verlos y sentirlos sudados, uno tira mi pelo sin dejar de penetrarme el culo obligando a levantarme y al hacerlo el otro devora mis tetas que quedan a su alcance, chillo y me retuerzo de placer al explotar mi orgasmo, gritándoles que soy su puta, oigo mi grito en mi cabeza más no sé si realmente salió de mi boca.
Ya es de día, sólo está Edgar que me pasa mi vestido y me echa a la calle totalmente cubierta de semen, sé que me llamara de nuevo y espero que no se demore.

 

Muy buen relato... excitante la verdad.
Espero que te llame de nuevo para que nos puedas maravillar con otro relato

 

ponchito nena

 

que es ponchito?

 

No voy a revisar tus mensajes del Foro.

¿Es Edgar el ayudante de construccion, un albañil Peruano por el que caiste redondita?

¿La ultima vez creo que vestias una blusa transparente?

Creo que si? En todo caso, "deja vu" de lectura.

"Poncho"=CONDON. Bien ahi el Cofra LocoRedbull hasta para leer en su imaginacion tiene al "mejor amigo de todo Perutopista" presente.

Saludos
BetheApple

 

jajaja condom, preservativo, profiláctico jajaja ...hay q qcuidarse siempre y todos tus reatos sin nada siempre jeje

off course ..tu si sabes jajaja. todo con responsabilidad aunq a veces nos gana la locura pero la cabeza mayor debe pensar y más en ese ambiente.

 

precaución ante todo

 

Uy nena exitante el relato, pero donde quedo la PRECAUCION, usa tu poncho y mas aun en una orgia. besos.

 

Siempre uso profiláctico, no narro como se lo ponen, sólo relato como me lo ponen. Besos.

 

Me ha gustado tu relato, tiempo q no entraba, me has alegrado la mañana.

 

buen relato, excitante todo el tiempo, a la espera de más , saludos