No te olvidare Panterita...porque fuiste tan perrita y por qué lo fuiste..!!!

Buenas Noches a todos los asiduos y entusiastas lectores de este thread, espero que este primer aporte sea de vuestro completo agrado. Soy nuevo en el foro, pero no novato en el tema erótico, ni mucho menos en el sexual.
Sin mayor antesala, estimados pajeros, paso a relatar lo que una noche de verano pude disfrutar....

LA PANTERITA
PRIMERA PARTE:

Desde que era un indefenso púber, siempre me sentì atraìdo por las voluminosas anatomías femeninas -entiendase chicas con carne, con pechos grandes, con caderas pronunciadas y/o piernas gruesas- , sin embargo cuando entre a trabajar a una empresa X, una inofensiva pero coqueta sonrisa, hizo que esa obesesión por las "rellenitas" se desvaneciera de un segundo.
Una sonrisa, todo empezó con una sonrisa; sería larga y quizás aburrido contar al detalle como fueron aquellas primeras miradas, aquellos primeros obsequios, gestos, etc. así que vamos directo al desarrollo de los hechos...nos comunicabamos por correo, mientras transcurrían las horas aburridas de trabajo, me dijo:

-Fácil vamos a mi casa....
-Claro, no se tú dirás. Un vinito puede ser....
-Mmm, no se, ya vemos ahí...
-Ya pes, chevere

Ahora tenía que buscar la excusa adecuada para "desaparecerme" esa noche, sin levantar sospecha alguna a mi enamorada, con la cual ya llevaba casi 6 años, y a quien llamaba religiosamente todos los dìas al llegar del trabajo, para conversar de las cosas del día hasta darnos las buenas noches mi amor; buenas noches mi vida, que duermas rico.

En fin, ya faltaban poco para las 10 cuando veo a mi "panterita" acercarse hacia mi sitio, invitandome a salir de una vez del trabajo. Panterita, panterita, porque serás tan putita, me decia a mi mismo. Era delgada, de cabellos largos negros y ojitos traviesos, con una cintura que en alguna oportunidad abracé y deseé a más no poder, al ritmo de una salsa de Victor Manuelle. Y su sonrisa, si, su sonrisa que adornaba sus blancos dientes perfectos -cualidad que siempre aprecio en toda fémina- me hicieron levantarme rápido del asiento en el cual estaba yo depositado toda la tarde.

Panterita, panterita, delgadita ella, siempre me escribia sus correos con letras rosas y de tamaño 20; usaba a veces vinchas infantiles del mismo color que, según ella le robaba a su hermanita menor. Tenía un Nokia con carcasa rosada, para todos era Adriana, pero para mi, simplemente era: mi panterita, Mi Panterita Rosa -fue una noche inolvidable y en honor a su recuerdo me coloqué este nick, y no por alguna mariconada que pueda alguien pensar-.

Estacioné mi auto en la puerta de su casa y bajamos.
-No hay que hacer mucho ruido, porque mi mamá esta durmiendo arriba...
-Jaja, ok ok, despacito es más rico.
-Qué hablas???!!
-Nada, voy a sacar la botellita.
-Ya, apúrate...

Panterita, panterita, seguía pensando, apúrate tú y ya quitate la ropa, que quiero ver tus pezones, que seguramente también deben ser como el color de tus correos. Me senté en el sofá.

-Espérame un toque, voy a cambiarme...

Subió las escaleras, calculé el tiempo que se tomaría cambiándose y llamé a mi enamorada, le metí el floro pensado, por suerte ya estaba casi dormida, cansada de trabajar, y no fue tarea complicada deshacerme de ella en ese instante. Minutos después, mi panterita baja de las escaleras habiéndose despojado de la formal ropa de trabajo, para convertirse en aquella mujer que me hizo perder la cabeza y ser el rey de los mentirosos o quizàs de los huevones, como alguna película que hizo la Jibaja. Pero no, huevón hubiese sido si hubiese dejado pasar tamaña oportunidad de poseer a esta felina que desde semanas atrás había sido la inspiración de mis sueños más húmedos que haya tenido.

Un jean a la cadera, un top blanco, de esos que dejan al descubierto parte del vientre y con tiritas en los hombros, era una vista arrechante, llevaba un piercing en el ombligo. Su cintura, otra vez enfermaba mi cerebro, querìa recorrerla a punta de lenguazos y besos. Sin embargo, el ver su pechos apretados y erguidos, firmes, pequeños pero perfectos, no dudé en caminar hacia ella y aferrandome a su cintura la empece a besar, ella instintivamente introdujo su lengua en mi boca y mojamos nuestros labios, aunque no tanto como nuestros sexos.

Después de unos minutos, nos sentamos a beber el vino y a conversar de cosas realmente sin importancia; sus pechos eran adornados por unas pecas de sol, que eran la razón mi excitación creciente en ese momento; me muero por contarlas le dije, no seas mañoso, me respondió. Le pedí que me regale el botón de su pantalón, pero ella solo sonreía y me volvía a matar con eso, derritiendome como ella solo era capaz de hacerlo.
Ya el vino estaba haciendo efecto en las tres cabezas en aquella sala, la tercera porsupuesto, era la que tenía en el pantalón, cabeza loca por encontrar el paraíso húmedo de sus labios, de todos sus labios. Me acerqué a ella y bajé con discreción una de las tiritas de su top, su hombro también cubierto de pecas, me decía muerdeme, bésame, estaba picado.......................

 

mmmm , buena narracion... pero tienes que rellenar la primera parte ..donde la conoces ... no creo que exista una chica tan put.. que al toque te diga " vamos a mi casa a tomar un vinito"....

 

jaja buena eh!! pero falta el relato del acto sexual pues

 

jajaj ..bueno a pedido de los primeros lectores.....contare la historia completa, el inicio ...de como la conoci....y porsupuesto ..el acto ...
disculpen la omision....en breve estare posteando....gracias por sus comentarios

 

es que ..yo le propuse el vinito...no ella...y claro no era tan puta...tanto no....

 

Que paso amigo, con la continuacion del relato? en que quedo?

 

LA PANTERITA
SEGUNDA PARTE:


Ya era casi medianoche, la verdad que miraba la hora solo por inercia, porque realmente
no me interesaba, a quien le podria interesar si era temprano o tarde, estando a solas y
al lado de aquella mujercita que apenas con 21 años, era la cosa mas dulce que pude
haber probado.

Todo era risa y risa, habia musica pero a muy bajo volumen, le propuse bailar
esa cancion de Vicentico, que hablaba de "tener algo contigo". Perfecta para aquel
magico momento.

-Estas loco, como vamos a bailar aca!!
Me hice el sordo, solo atine a levantarla del sofa y otra vez sentir el cielo abrazando
sus 60 cm de cintura, claro nunca tuve la dicha de medirla, pero para mi era perfecta,
sea cual sea la medida, al pincho con ella, simplemente era del tamaño y la textura de
mis fantasias eroticas, suave como una pluma, tibia, blanca, y con una estrella de piercing;
detalle curioso, era para volverse loco, no se si ella era consciente de aquello, pero entre
mi borrachera veia su ombligo, y decia, por dios! es el cielo, y no podia estar sin estrellas.

Ya no puedo acercarme a tu boca, sin deseartela de una manera loca.
Cantaba Vicentico, bailaba mi panterita y suspiraba este enfermo, deseando no solo besar
su boca, sino todo su cuerpo, sin dejar de probar milimetro alguno de su excitante anatomia.
Senti su calzon mientras jugaba con sus caderas, recuerdo el color: negro como la noche.
Cuanto tiempo habia esperado por tocar ese culito pequeñito, casi imperceptible para los
ojos mañosos hambrientos de nalgas grandes. Le toco el culo y si no dice ni , esta
noche eyaculo todo el mes que la tengo guardada.

Ya me quedan muy pocos caminos, y aunque pueda parecerte un desatino, no quisiera yo
morirme sin tener, algo contigo. Estaba terminado Vicentico, pero para mi apenas esto
empezaba.
Nuestras mejillas se juntaban, sentia sus pechos paraditos, que rico culo tienes Adrianita,
pensé, mientras bajaba mi mano y sentia su jean apretadisimo. Asi panterita, solo baila,
que yo me encargo de lo demás. Encontre sus labios, y nos empezamos a besar, suavecito
como a ella le gustaba, ya que alguna vez de arrecho, quise mordisquearla despacito:

-Pero no me muerdas,me dijo.
-Ok, sorry.

Su boca estaba caliente, queria comerme su lengua, tomarme su saliva, mientras mi otra
mano encontraba su nalga derecha. Deliciosa sensación, sentirla mía. Me miro a los ojos
por un instante y me mató. Otra vez su asesina sonrisa, pero a su vez cómplice
porque entendi aquel gesto como cualquiera de nosotros lo hubiese interpretado, quizas
exagerando ligeramente, si, ligeramente. Tirame Miguelito, aca si quieres, en el suelo,
en el sofa, en la silla, donde tu quieras...............

 

LA PANTERITA
TERCERA PARTE:


No recuerdo que música de fondo tenía en ese momento, solo recuerdo que nos moviamos al
ritmo de esa melodia, yo agarrandole el culo y ella introduciendo su lengua dentro de
mi boca, ! aca te reviento Adrianita, tu culito de esta noche no se salva.

-Vamos al sofa. Le dije, mientras le desabotonaba el pantaloncito.
-No, Miguel, que haces?!

Carajo, no me vengas con huevadas, ni hacerte la disforzada panterita, que yo se que te mueres por que te la meta enterita, pensé.

-Que pasa, Adrianita, todo tranqui, hay que sentarnos ahi; mientras se volvía a abotonar el lompa; 'tamare, esta cojuda no me va dejar con la leche en la cabeza.

Nos sentamos, la abrazaba, me besaba, la arrecostaba sobre el sofá, dejaba caer su cuerpo, me ponía encima de ella, me aplastaba contra sus pechos, le metia la lengua, quería bajar esa tirita del hombro y me dijo:

-Tienes?
-Si, "tengo" ganas de hacerte de todo mamasita!

Se reía despacito y metí rápido la mano al bolsillo de mi pantalón para sacar el globito, ya fuiste panterita rica...

-No te preocupes, que tengo una docena aca adentro...
-Ay, que exagerado que eres!

Esa vocesita terminó por ponerme a full, nos besamos, le levanté despacio ese polito pegadito que llevaba puesto, lamí despacito su ombligo y la estrella, además de poder verlas mientras cerraba mis ojos, al estar tan cerca el momento de entrar en tu huequito, Adrianita.

Levanté la vista y la veía respirar un poco más agitada con los ojitos cerrados, seguía besando, lamiendo más arriba, más arriba hasta las tetas; hay que quitar esta huevada. La levanté un poquito para poder alcanzar el seguro del sostén en su espalda, se soltó, descubrí sus pezones, erectos como mi pinga, rosados, seguro como sus labios alla abajo, uy que rico. Loco, me volví loco y empecé a tratar de tragármelos, que ricas tetas, Adrianita, que ricas que están...

-Eres un loco, Miguelito...

Para que negárselo!, si era más fácil seguir actuándo como tal, el primer gemido escapó de su boca, y no había cosa más dura en esa noche que mi pieza.

-Espera...
-Qué pasa mi amor...
-Es que estoy incómoda.
-Que?!
-Si, voy a quitarme esto...

Putamadre, pensé que me estaba cagando, pero la muy zorra se terminó de quitarse el polito y el sostén, ni cojudo yo, me apuré en quitarme también la camisa, el polo, la abracé, sentí su cuerpo caliente, suavecito, le besé todo lo que se llama cuello, todo lo que se llama hombros, todo lo que se llama tetas, todo lo que se llama Adrianita, si ahorita te bajo el calzón y termino por probar con mi boca todo tu cuerpo. Que rico calor sentíamos, la huevona me rascaba despacito en la espalda con sus uñas, ya quiere huevo, y vas a tener huevo, panterita...

 

wow esa panterita mas se parecia a una perrita

 

LA PANTERITA
CUARTA PARTE:

Alcancé a escuchar otro ruido, pero era allá arriba en el segundo piso, ! la vieja se estará despertando? no jodas, no puedo ser tan piña, nos detuvimos un instante, cerré los ojos instintivamente, para escuchar mejor.
Nada, parece que fue solo la cama de la vieja, quien seguro, andaba soñando que Mandingo la atravesaba, es que la tía era divorciada y ya me imagino que debería tener "necesidades", pero esta noche, suegrita, tendré que satisfacer las de su hija, me disculpa eh!

-Oye, escuchaste?
-No, no pasa nada Adrianita, ya fue.

Ya estaba caliente, esta vez le arranqué el botón del pantalón para que no tuviera opción a cerrarselo nuevamente, que estás haciendo!!?, me dijo, no respondí, solo le agarré las tetas que ya las tenía duritas, mientras arrastraba mi lengua hasta abajo, allá donde había roto el botón y donde en unos minutos más rompería algo más chiquito que eso. Se recostó nuevamente sobre su espalda con los ojos semicerrados, mientras me rascaba la cabeza.

Le susurré, hay algo que estorba, mientras la bajaba el pantalón y el calzón negro, fue cuando mientras ella terminaba por cerrar los ojos, yo abría los míos para poder observar mejor tan delicioso paisaje de venus, el monte era el paraíso. No había pelito alguno en aquella cosita rosadita que tenía frente a mis ojos, una mano en la teta derecha, la otra abriendo su vagina y mi lengua saboreando su miel salada, aquí empezaba lo más rico de la noche.

La tenía calatita para mi, gimiendo bajito y relamiendose los labios. De arriba a abajo, de abajo hacia arriba la tenía a mi lengua y similar movimiento hacían sus caderas.
Metí un dedo en su boca y cómo lo chupaba la condenada, la volví a besar mientras me quitaba el pantalón, cayeron algunas monedas al piso.

-Adriana!, estas ahi no?

Por la putamadre, era la tía que parece se despertó por el ruido.

-Si, mami, ya subo.

Se asustó, quiso volver a vestirse.

-No, Miguel, mi mamá esta despierta, mejor no.
-Esta bien, no te preocupes.

Sin emgaro no dejé de besarla, no dejé que cogiera su ropa, no dejé que se me enfríe, y empecé a meterle el dedo ahí abajo...

 

che vos sos unico ....victoria... sacaplim

 

LA PANTERITA
QUINTA PARTE:

ahi abajo, mi lengua luego hacia su trabajo, y ella se termino por recostar nuevamente sobre el sofa, calatita,
calientita, peladita y bien putita la pendeja se empezaba a acariciar sola las tetas, mientras le metia semejante
sopón. Sabes riquisimo mi amor, ella gemia bajito, saladita y dulce, dulce y saladita. Apuré mas el asunto
antes que se le ocurra despertar a la tia, me baje el pantalon, y vi mi truza mojada, mi pinga ya no cabia ahi,
habia que meterla alla abajo, me baje la truza, me eche encima suyo y senti sus manos sobre mi cintura.
Ahorita me lo pongo le dije, parece que ni me escucho porque con sus manos empezo a empujarme mas hacia ella, fue
cuando con mi mano acomode la cabecita y empece a sobarla en la entradita, putamadre me voy a venir con lo caliente
que estoy, se la sobe una vez mas, y ! eso me pasa por arrecho! casi se me sale, 'tas cojudo Miguel no
te vayas a venir ahorita pensaba mientras le metia el dedo de nuevo, me acomode mejor y espere que se vaya la
sensacion de la vaceada...

 

excelente tu relato mi estima panterosin, y si que esa panterita debe ser muy brava eh'

 

LA PANTERITA
SEXTA PARTE:

Me puse el condon mientras mi lengua jugaba con su clitoris rosado, cerraba su labios y de rato en rato se los relamia, me cogia la cabeza y empezo a despeinarme acercandome mas hacia ella, que rico que te voy a cachar
carajo! si, ya estaba medio picado, me levante y mi pinga tambien, me coloque encima de ella y sin siquiera ayudarme con la mano se la meti despacito, despacito, despacito, despacito, mas duro, mas duro, mas fuerte, mas fuerte, mas fuerte Miguel, mas fuerte Miguel! me decia y a pedido de la hinchada y de la cachada pues le di mas fuerte y la muy perrita me acariciaba las nalgas, de pronto me las arañaba, de pronto
me mordia los labios, de pronto hacia movimientos de cadera que me volvian loco, casi me vengo, la tome de las manos, nos pusimos de pie, y senti mi pantalon enredado sobre mis pies, me lo quite por completo, senti su lengua dentro de mi boca, me agarro el pajaro y me quito el condon.

Arrodillada con el condon en la mano me la comenzo a jalar y se la metio a la boca, senti sus dientes, parecia desesperada, lamia, chupaba, jugaba.

- Me avisas si sale....
- Sigue mi amor, todo bien...

Acariciaba mis bolas, chupaba y sus manos se movian arriba abajo haciendo circulos, putamare que tal mamey, ven para aca, la levante, la puse de espaldas, le agarre las tetas, mordi su cuello y ¡ay me duele! me dijo, perrito, perrito le dije al oido, solita se acomodo con las manos sobre el sofa, abrio las piernas y se la meti, me olvide el condon, no tuve tiempo para pensar, solo actuar, solo tirar, tirar, que rico, culito
chiquito pero que rico, vi su asterisco, mientras se la empujaba, me entro la locura, se la clavo por ahi, parece que esta selladito, uy ya fuiste Adrianita. Nos olvidamos de todo tirabamos rico, empujaba y gemía despacito, acaricie su asterisco...

 

mela panterosin sigue con el relato lo cortas en lo mas importante .. no jodas man haber si ya pones to la carne en el asador de una vez y terminas con esta tormenta k hay en mi despues de leer este relato con tu panterita ...

 

LA PANTERITA
SÉTIMA PARTE:

Deseé como loco entrar en ese huequito, ver una hembra en perrito es la vista mas excitante que se puede tener de una mujer! que rico por dios! que rico! acaricie su ano, lo acaricie, mientras seguía cogiendola, moviendome en círculos dentros de ella.
Gimió más fuerte, la sintió más adentro y se mojaba con cada clavada.

Cachas rico mi amor, cachas riquisimo, le decía. No la saques, dejala adentro asi, asi, me respondió. Cogí con mis dos manos su cintura y la empuje hacía mí. Trataba de no gritar, pero igual muy bajito la escuchaba -Ay! ay! ay! asi! sigue! ay! ay si! asi! asi mi amor! asi!.

Eres mía Adrinita, que rica noche. Me incliné para lamerle el cuello, besé sus orejas y la cogí del cabello fuerte, jalándoselo hacia atrás. ¿Te gusta no?. Si! me decía, con una voz como si estuviera pujando. Si! me encanta!

Jalaba sus cabellos y ella movia su cintura. Así, me gusta, decia bajito pero con ganas y fuerza, bajito pero con fuerza, con ganas, con rabia, con arrechura.
Cachar, cachar, cachar que rico es cacharte. ¡Cómo te arrechas carajo! mientras te maltrato asi. ¡Que perra eres! ¡Que ruca eres! ¡Toma . Toma! asi! hasta que te duela!.

Esto ya se ponía salvaje. La pendeja ya se había soltado y quería huevo. ¡Harto huevo! No importaba nada, donde estabamos, qué hora era o quiénes eramos. Solo era cachar, le di vuelta con rabia, la tiré de espaldas al sofá que ya estaba húmedo de nuestro sudor. Me miró la pinga y cerró los ojos para seguir sintiendo. Me arrechó ver eso. Levanté sus delgados muslos sobre mis hombros y duro, más fuerte, me agarró de la cabeza y me acercó hacia su boca para meterme su lengua. Se ahogaba con mi saliva al igual que mi pinga con su . Mordí sus labios, abrió los ojos; quiero ver como entra, me dijo. Inclinó su cabeza para ver como entraba y salía mi pinga dentro de ella, noté que eso la arrechaba más.

-Asi! hasta adentro!, me gusta! Me gusta ver como me la metes! asi!

Putamare, me sorprendía con cada segundo que pasaba, sacó mi pinga de su hueco y ven, ven que quiero chupartela asi mojada.
Me la empezó a chupar, a probar en mi pinga el sabor de su , le gustaba, me miraba, se la metía hasta el fondo. Mi mano sobre su cabellos despeinandos, no aguanté más. Sus manos moviendo mi pieza, su lengua lamiendo la cabeza, chupando, lamiendo, mirandome, salió caliente, abrió la boca para recibirla, me la corría, mientras lamía y mi leche salía, su boca blanca, su lengua blanca, mi leche caliente, cerré mis ojos, sudé como cerdo. Se la tomaba. Me la chupó como si fuese la última vez que lo hiciera. Calatita sobre ese sofá salpicado en semén, me miró, pensé que iba a tener un sabor feo, pero estaba riquísimo, me dijo. ¿Puedes otra vez?...

 

buen relato cumpa, me cago las dos cabezas

 

buen relato, gracias por seguirla, si q estuvo excitante..

 

buen relato fue largo la espera de la accion pero al final se dio , felicidades cofra

 

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Buen relato maestro pero continue con la historia