Tenía 16 años cuando la vi por primera vez. Tenía justo mi habitación que daba a un pasaje en San Isidro. A metros de distancia la vecina, una rubia, blanca y pecosa, se cambiaba con la ventana abierta todos los días. En ese momento que quedaba helado de solo contemplarla. La conocí siempre desnuda a través de mi persiana. Dulce y bella, nunca conocí a una mujer así. Solo tengo el vago recuerdo de mis manos mojadas, estrujando mi ser, viviendo el delirio de verla. Extraño esas noche de verano, con el viento fresco filtrándose por las ventanas. La recuerdo una noche como hoy. Gracias totales.
Tenía 16 años cuando la vi por primera vez. Tenía justo mi habitación que daba a un pasaje en San Isidro. A metros de distancia la vecina, una rubia, blanca y pecosa, se cambiaba con la ventana abierta todos los días. En ese momento que quedaba helado de solo contemplarla. La conocí siempre desnuda a través de mi persiana. Dulce y bella, nunca conocí a una mujer así. Solo tengo el vago recuerdo de mis manos mojadas, estrujando mi ser, viviendo el delirio de verla. Extraño esas noche de verano, con el viento fresco filtrándose por las ventanas. La recuerdo una noche como hoy. Gracias totales.
UFF amigo que rico, las pitucas así son de mi morbo favorito. Puedes contar más detalles de lo que hacía? Yo también tengo una vecina que le gusta cambiarse con las persianas abiertas,
UFF amigo que rico, las pitucas así son de mi morbo favorito. Puedes contar más detalles de lo que hacía? Yo también tengo una vecina que le gusta cambiarse con las persianas abiertas,