Giuliana, la mamá de la novia de mi primo

Alegre, conversadora y muy cuidadosa de su figura, así podría definir a Giuliana, la mamá de Renata, la novia de mi primo. Una señora de cuarenta y tantos, delgada, de tez clara, cabello oscuro y una muy bonita figura, casada con un policía y madre de dos hijas. La primera vez que conocí a Giuliana fue en una reunión familiar en casa de mis tíos, habían organizado un almuerzo por el cumpleaños de mi tía y, Giuliana junto con su esposo y su hija, estuvieron presentes.

Llegué al almuerzo, nos presentaron a todos y comenzamos a compartir la comida, risas, vinos y unos ricos camarones preparados para la ocasión. Terminamos la comida, quedamos satisfechos y ahora algunos querían bailar, la música en el equipo comenzó a sonar y la sala se convirtió en la pista de baile, yo no soy mucho de eso, me quedé sentado en la mesa reposando todo lo que había comido.

Pasó un rato y Giuliana se acerca y me dice sonriente:

Giuliana: ¿Tu no bailas?
Yo: No, la verdad no soy tan bueno bailando, prefiero evitar la vergüenza con la familia jaja.
Giuliana: Pero si eres joven, yo creo que sí sabes solo que no quieres bailar con tanto tío jajaja
Yo: Noo jaja, para nada, no es eso, aparte, usted se ve bien joven, parece la hermana de Renata.
Giuliana: Favor que me haces, jaja, bueno trato de cuidarme, aparte, los productos que vendo de OmniLife son muy buenos.
Yo: Sí me han comentado, me gustaría probarlos porque, ahora me ejercito más en el gimnasio y, tal ves sean de gran ayuda para mis rutinas.

Giuliana pone su mano sobre mi brazo (bíceps) aprieta un poquito y me dice:

Giuliana: Se nota que le estás dando duro al gym, la verdad que podría recomendarte unas vitaminas y batidos que complementarían tu trabajo.
Yo: Claro, yo encantado.
Giuliana: Toma, esta es mi tarjeta personal, aquí está mi número, me escribes o me llamas y quedamos.
Yo: Gracias, señora, le aseguro que la llamaré.
Giuliana: No pues, ya comenzamos mal, nada de señora, Giuliana, a secas, total ¿somos familia, no?
Yo: Jaja, claro, disculpa, Giuliana.

Llegó la noche y la reunión iba culminando, varios comenzaron a despedirse, incluyendo a Giuliana y su familia. Dos días después, tomé la tarjeta y marqué a su número.

Giuliana: ¿Aló?
Yo: Giuliana, qué tal, soy Diego.
Giuliana: Dieguito, hola, qué tal, pensé que te habías desanimado jaja.
Yo: No, para nada, al contrario, estoy interesado.
Giuliana: Mira, OmniLife es muy recomendado, te aseguro que no te vas a arrepentir. ¿Por qué no vienes mañana a mi casa para explicarte mejor los planes de nutrición?
Yo: Claro, no hay problema, tengo tu dirección aquí en tu tarjeta.
Giuliana: Perfecto, ven a las 4:00 p.m.
Yo: Listo Giuliana, a esa hora estaré, nos vemos un abrazo.
Giuliana: Chau, Dieguito, nos vemos mañana.

Me gusta ser puntual, a las 4:00 p.m. estaba tocando el timbre de su departamento, Giuliana abrió la puerta, y me recibió con una sonrisa, llevaba puesto un pantalón de lycra de gimnasio y un top que dejaba ver un poco su abdomen.

Giuliana: Pasa Dieguito, bienvenido.
Yo: Gracias, llegué puntual, felizmente.
Giuliana: Sí, ya veo, son muy pocos los chicos como tu.

Nos sentamos en la sala y me comenzó a explicar los planes de nutrición, los costos y los resultados que podría obtener, yo nunca he sido de tomar vitaminas o algo por el estilo, pero, esta vez sentía curiosidad. Elegí uno, le hice una transferencia y me dio los productos.

Giuliana: ¡Ay Dieguito, qué bueno que te hayas animado! Creo que me estás dando buena suerte porque contigo estoy sobrepasando mi meta del mes, y la empresa valora mucho eso y recompensa de buena manera a sus colaboradores.
Yo: Qué bueno, Giuliana, yo encantado de poder ayudarte.
Giuliana: ¿Qué te parece si celebramos esto con una copa de vino?
Yo: Sí, claro, con gusto, pero ¿tu esposo no se incomodará?
Giuliana: No, tranquilo, él ahora está en provincia, está llevando un curso con otros colegas de su comisaría, y Renata tiene para rato en la universidad.
Yo: Ah, bueno, brindemos entonces por el éxito de tus ventas.
Giuliana: Y por el gran cambio que se viene para ti.

Abrió una botella de vino, sirvió dos copas y comenzamos a brindar, puso un poco de rock en inglés de los ochenta y la conversación comenzó a fluir.

Giuliana: Dieguito, el día del almuerzo no llevaste a tu novia.
Yo: La llevaré cuando la encuentre, jaja, no tengo pareja todavía, estoy soltero y tranquilo.
Giuliana: Ah mira, pensé que ya te habías emparejado como mi hija con tu primo.
Yo: No, la verdad que todavía no quiero compromisos, me siento bien así, aparte, la mayoría de chicas que he conocido son un poco inmaduras, están pensando en cosas banales, algunas incluso ni tema de conversación tienen.
Giuliana: Bueno, ya conocerás a alguien que calce con tus gustos y exigencias jaja.
Yo: Jaja, no quiero sonar soberbio, por favor no me malinterpretes
Giuliana: No, no, para nada, al contrario, veo que eres un chico muy centrado y muy seguro de lo que busca, me parece perfecto que no quieras perder el tiempo con malas elecciones.
Yo: Sí, la verdad que hoy en día es muy difícil encontrar a una chica con una buena madurez mental. Alguien con quien puedas compartir o debatir sobre cualquier tema, sin tabúes.
Giuliana: ¿Y qué temas son los que más te interesan?
Yo: De todo un poco, pero, debo reconocer que todo lo referido al sexo, siempre me llamó la atención.

Noté que Giuliana abrió un poco los ojos, se sonrojó y se comenzó a reír, llenó su copa nuevamente y me dijo:

Giuliana: ¿El sexo te llama la atención?
Yo: Sí, disculpa que lo haya dicho de esa manera jaja, pero, creo que hemos crecido y vivimos en una sociedad muy cucufata, que condena el hecho de que dos o más personas se expresen libremente en el ámbito sexual.
Giuliana: Bueno, sí, en parte estoy de acuerdo contigo, pero, es que ahora se ve cada cosa.
Yo: Pero, creo que ahí está el detalle, en hablar, en expresarse, en preguntar…Por ejemplo ¿Renata habla sobre sexo contigo?
Giuliana: La verdad, no, solo un par de veces hemos tocado ese tema, pero, siento que a ella le da mucha vergüenza hablar de eso conmigo
Yo: ¿Y puedo preguntar, qué tal la relación con tu esposo?
Giuliana: La verdad, hace mucho que no tenemos intimidad, llega cansado, a veces de mal humor por todo lo que ve en la comisaría, las amanecidas que tiene que realizar…Incluso hasta he llegado a sentirme fea, a pesar de todo el cuidado que tengo con mi alimentación, he llegado a pensar que no soy bonita para mi esposo.
Yo: ¿Pero, qué cosas dices? Tu eres una mujer muy guapa, que se mantiene muy bien, ya quisieran muchas tener la energía y el físico que tu tienes.
Giuliana: Gracias por tus halagos, yo creo que es el vino que ya te está subiendo a la cabeza jaja
Yo: Solo digo la verdad, si yo fuese tu esposo, te haría el amor una y otra vez, te haría sentir una mujer plena.

En ese momento, noté que Giuliana estaba muy sonrojada, reía un poco nerviosa y me miraba fijamente a los ojos. Dejó su copa de vino en la mesa, se acercó a mi boca y me comenzó a besar, sus manos jugaban con mi cabello mientras podía sentir como su lengua devoraba toda mi boca, yo no perdí más el tiempo, le quité el top que llevaba puesto y pude tocar sus hermosos senos que estaban duros por lo excitada que se sentía. Lamí sus pezones como un bebe, ella gemía de placer cerrando los ojos y pidiéndome que no pare.

Giuliana: ¡Qué rico! Sigue…sigue…me gusta como lo haces.

La arrecosté en su mueble, y comencé a bajarle su pantalón de lycra, noté que su vagina estaba muy húmeda y caliente. Abrí su vagina con mis manos, e introducí mi lengua en su clítoris, una y otra vez, jugando y lamiendo esa vagina tan deliciosa y mojada, Giuliana estaba muy excitada, sus manos me apretaban el cabello con fuerza y, a la vez, hundía más mi cara en sus labios vaginales. Mientras le hacía el sexo oral, le introduje dos dedos para que sienta más placer, sus gemidos ahora eran mucho más fuertes.

Giuliana: ¡Dios, por favor no pares, sigue, sigue por favor, me vas a hacer venir, sigueeee! ¡AAAHHHHH! ¡QUÉ RIICOOOO!

Noté que sus muslos comenzaron a temblar, yo no quería detenerme, la vagina de Giuliana era un deleite para mi, seguí succionando su clítoris, pero, sentí un jalón fuerte de mi cabello, Giuliana me levantó la cabeza y mirándome fijamente a los ojos me dijo:

Giuliana: ¡Méteme la pinga ahora!
Yo: Las veces que quieras…

Me quitó el pantalón, y sin esperar más, introdujo mi pene en su vagina, esa humedad y calentura que sentía al introducirlo era demasiado arrechante, entraba y salía una y otra vez, ella abrió sus piernas de lado a lado para que yo pueda metérsela cómodamente, la tomé de la cintura y comencé a darle con más fuerza, ella gemía muy fuerte, trataba de taparle la boca, pero no me dejaba, me quitaba la mano y me decía:

Giuliana: ¡Déjame gritar de placer, me encanta lo que me estás haciendo! Hace mucho que quería sentir esto.
Yo: Me estás arrechando demasiado, siento que me vengo…
Giuliana: Por favor, no la saques, quiero que te vengas adentro, déjame todo, todo por favor.
Yo: Dios, Giuliana, ya no puedo más…¡AAAHHH! ¡QUÉ RICOOO! ¡AAAHHHH!
Giuliana: ¡SIIII! ¡DIOOSS! ¡SE SIENTE CALIENTITO!
Yo: Me has dejado exprimido
Giuliana: Y tú me has dejado loquita

Cuando ya habíamos consumado el acto, pude entrar en razón y percatarme de que no nos habíamos cuidado, se la metí sin protección, ella me dijo que no me preocupara, que ella usa ampollas anticonceptivas y que pierda cuidado. Eso me dejo tranquilo, por la ventana pude ver que ya era de noche, Renata seguro que no demoraría en llegar.

Yo: Será mejor que me vaya pronto, no quiero que me encuentre tu hija aquí.
Giuliana: Todavía no creo que llegue, pero, sí, mejor ve avanzando.
Yo: No sé qué decirte, ha sido una experiencia realmente maravillosa.
Giuliana: Me siento un poco avergonzada, no quiero que vayas a pensar mal de mi, creo que el vino me jugó una mala pasada.
Yo: ¿Mala pasada? Yo creo que ambos hemos querido que esto suceda, y solo nos dejamos llevar, no pienso nada malo de ti, al contrario, eres una mujer muy atractiva y sexualmente fogosa, me gustas.
Giuliana: Por favor, no se lo comentes a nadie.
Yo: Tranquila, esto queda entre tu y yo.
Giuliana: Gracias, me has hecho sentir espléndida, hace mucho que no la pasaba tan bien.
Yo: Algo me dice que no será la última vez…
Giuliana: Te veo en un par de semanas, para monitorear tu progreso con los productos.
Yo: Aquí estaré.

Me vestí, tomé mis cosas y me despedí con un beso, regresé a casa totalmente alucinado por lo que había pasado, Giuliana, la mamá de la novia de mi primo, se había convertido en mi debilidad.

 

Que riquisimo relato!!! Una milf!

 

Buen relato esperamos la continuacion

 

Buen relato esperamos la conyinuacion

 

Buen relato, siga con los siguientes encontrones, si tiene una foto o vídeo se le agradecería

 

buena historia cofra esas milf cuarentonas q se mantienen aguatan un monton provecho

 

Gracias por los comentarios, cofras, la verdad que las mujeres cuando llegan a la "edad dorada" son verdaderamente un placer, adjunto un par de fotos de Giuliana, saludos y a cuidarse.

 

Esperamos atentos a la continuación Una MILF siempre es una fantasía

 

buena conquista y gracias por el relato espero la segunda parte

 

Buen relato cofra, siga asi!

 

Buen relato cofrade se agradece el aporte y se espera la segunda parte

 

Buena milf. Se te hizo fácil, o sea tienes pinta

 

Buen relato cofra... Y bien por ti... Una milf es todo un manjar.... Y que venga la continuación....

 

Buenas piernas tiene la doña, si esta necesitada estamos para ponerla al dia (jajajajaja), provecho, buen relato cofrade.

 

hace mucho que no tiene intimidad, pero usa ampollas anticonceptivas? mmmmm

 

Cofrade "The_Deadman", las ampollas aparte de prevenir embarazos, también son recetadas y recomendadas para la prevención de cáncer de útero y los embarazos ectópicos, le dejo un link para que pueda revisar, saludos.

https://www.plannedparenthood.org/e...los-beneficios-de-la-inyeccion-anticonceptiva

 

gracias por la aclaracion, sin querer se aprendio algo mas, saludos

 

muy buena historia cofra

 

Pues esta para darle.... Y fuerte eh??

 

Buen relato... Con una milf nunca hay pierde y mas si la agarras con arrechura