Una aventura en mi trabajo

Todo ocurrió en una empresa ubicada en Chorrillos, cerca de la avenida Huaylas, donde desempeñaba labores administrativas. El tráfico en esa zona era siempre caótico. La historia inicia cuando tuve que tratar un asunto laboral con una compañera de otro departamento a la que llamaré Solange. Describiré brevemente a esta persona: aproximadamente 1.60 de estatura, tez clara, de piernas prominentes y lo más destacado, unas generosas tetas. A pesar de haberla visto previamente, tan solo la saludaba sin entablar conversaciones.

Volviendo al tema laboral, nos reunimos para coordinar y compartir información con el fin de mejorar nuestra labor. Al mirar su rostro, percibí una expresión juguetona y algo coqueta. Concluimos nuestras tareas en unos días y establecimos una amistad con una mejor comunicación.

Un día, Solange llegó al trabajo con una blusa algo transparente, lo que me permitió apreciar sus generosas tetas. En ese momento decidí que quería tener un encuentro con ella, aunque no estaba seguro de cómo proceder, ya que sabía que tenía una relación, pero, la tentación de aquellas tetas me impulsaba a intentarlo.

Voy a resumir la historia para que no sea demasiado larga y aburrida. En cierta ocasión, escuché a compañeros de trabajo de Solange haciendo bromas de doble sentido sobre sexo oral a Solange, lo que me intrigó. Durante un almuerzo con trabajadores, obtuve información de alguien de su departamento, y descubrí que habían compartido de foto de Solange haciéndole sexo oral a una pata que no era su pareja oficial. La imagen se había difundido entre todos los compañeros de su departamento, así que tuve que invitar a una cerveza para que me la mostraran, la cual utilicé en varias ocasiones para entretenerme por las noches. Me contaron que Solange tenía pareja, pero que también salía con otra persona, y que esta última fue quien compartió la foto. Alguien mencionó que era un empleado de otra oficina que una vez se había ganado cómo le pasó la mano por el culo de forma caleta.

En síntesis, Solange estaba engañando a su pareja, lo que me abrió una oportunidad. Comencé a publicar estados sugestivos en mis historias de WhatsApp, junto con fotos mías con filtros para que solo ella las viera. Así logré que empezara a responder mis historias y mejorara nuestra comunicación. Cada vez que notaba que publicaba un estado triste, le escribía para conectar con ella. Finalmente, tras enterarme de que había terminado con su pareja, la invité a comer para hablar, aunque inicialmente rechazó la propuesta. Después de días, al ver otro estado triste, retomé la conversación y le propuse nuevamente encontrarnos, esta vez aceptando ella, con la condición de reunirnos lejos de Chorrillos para evitar malentendidos si nos veían, acepté y nos vimos para el almuerzo.

Ese día, Solange llegó con unos jeans ajustados que resaltaban su buen culo, y una camiseta rosa que mostraba un buen escote, la saludé y entablamos una conversación. Al principio estuvo reservada, pero se fue soltando poco a poco, especialmente cuando le ofrecí una bebida para relajarse. Inicialmente con dudas, finalmente aceptó y empezamos a hablar más abiertamente. Me contó que su pareja había terminado con ella y por eso se encontraba triste. Intenté consolarla diciéndole que era una mujer hermosa y que él se estaba perdiendo, con el típico discurso. En ese momento le expresé que desde que la vi, me pareció atractiva, elogiando su figura y demás. Después de salir del restaurante, mientras caminábamos, bromeaba educadamente con ella sobre sus tetas y su culo, ya que había más confianza entre nosotros. Al despedirnos, nos dimos un beso en la mejilla y un abrazo que rozó sus generosas y jugosas tetas.

Al día siguiente, recibí un mensaje de WhatsApp de ella en el que comentaba que se excedió con la bebida y se sentía avergonzada por haber hablado mucho. Le aseguré que no había ningún problema, que el propósito de la salida era que se relajara y se sintiera cómoda, y que podríamos repetirla cuando ella quisiera. Seguí cultivando nuestra relación, con bromas de doble sentido más atrevidas y hablando casi a diario.

Quedamos en encontrarnos de nuevo después de una semana. Fuimos a otro lugar a comer y nuevamente surgió la bebida. En esa ocasión, mencioné el tema del sexo de manera sutil, expresándole que me atraen las mujeres con tetas grandes, esa fue la frase clave, ella me preguntó: "¿Como yo?" al mostrarme sus tetas a través del polo, a lo que respondí afirmativamente y luego le di un beso suave, le mencioné que me exitaban sus tetas y quería chupárselas ahí mismo, Solange se sonrojó un poco y me dijo que también le gustaba, pero que si algo sucedía, debía quedarse entre nosotros dos (supongo que porque en su entorno ya la conocían como LA CANTANTE). Después de esa conversación, salimos y fuimos directamente a un hotel.

Tan pronto entramos en la habitación, la besé apasionadamente mientras le amasaba el culo, empezamos a quitarnos la ropa, dejando ese brazzier para el final, y cuando le vi las tetas por primera vez, eran grandes, pezones marrón medio oscuro, se las chupé y a ella le encantaba eso, luego procedí a motrarle mi pene, y lo apunté hacia ella, ella me dio una buena chupada, me la chupaba mientras jugaba con mis huevos, se nota que era una experta, me puse el condón y se montó, empezó a mover ese culo de atrás hacia adelante, casi se me salen los herederos, mientras yo le chupaba las tetas y la besada, ella gemía y gemía mientras repetía mi nombre, la pasé a perro y empecé a darle duro, ahí le vi el culo, le puse un dedo y me dijo que no, que después, seguí dándole, luego piernas al hombro mientras le amasaba las tetas y en esa pose me vine, acabamos sudados, Solange era un amante excepcional, descansamos un poco y luego comenzó a hacerme un buen oral y tiramos similar al anterior, mientras nos relajábamos, ella me pidió que mantuviera en secreto lo que sucedió entre nosotros.

Al día siguiente, seguíamos hablando como de costumbre y continuamos teniendo encuentros, hasta que me dijo que había regresado con su pareja y que dejáramos las cosas así. Le dije que no había problema, que podíamos seguir siendo amigos, y eso hice. Más tarde volvieron a romper y retomamos nuestros encuentros. Sin embargo, una colega de su oficina me advirtió que había visto a Solange coqueteando con alguien de otro departamento, poco después Solange consiguió otro trabajo y rompió con su pareja y seguí manteniendo contacto con ella durante un tiempo, hasta que noté en sus publicaciones que había comenzado a salir con otra persona.

Después de que Solange dejó su trabajo, en algunas reuniones fuera de la oficina y entre copas, compartieron algunas anécdotas sobre Solange que me sorprendieron, quizás las cuente más tarde.

Comparto una fotografía parecida a Solange, pero no es ella.

 

Interesante relato cofrade. Gracias por compartirlo

 

Animese a contar las anécdotas de Solange