ANDREITA MI PRIMERA RUKA TETONAZA

Mis parafilias y Fetiches sexuales son variados, como las lencerias con ligeros y pantimedias negras, las chatas Culonas, las Morenazas o sambas, pero mi Máxima parafilia son Las Tetonas, a mi me encantan las voluptuosidades, redondeces y exuberancias de la parte trasera de las mujeres, pero por un par de buenos senos realmente pierdo la cabeza y mientras más grandes mejor, recuerdo en los 80s cuando era un muchachito, veía por la TV. las vedettes argentinas como la vampirica Moria Casan, la sobrecargada rubia Yuyito o el video de la morenaza Sabrina con su hit “Boy, Boys, Boys”, me preguntaba porque me excitan esas mujeres, y era porque estaban equipadas y dotadas de generosas tetas, esas inmensidades de carne que a las justas eran sostenidos por sus brasieres, allí me di cuenta que era un TETOMANIACO.



El 38 C la medida oficial minima para que unas Tetas se le Considere: TETAZAS se volvió mi obsesión, hasta ese momento solo las dos ultimas chatas powers estuvieron cerca de esa medida (solo llegaban a 36 C) pero no eran Tetonazas, hasta que sin querer queriendo llego el día de mi suerte, lo recuerdo muy bien como si fuera ayer... Muajajajajajaja.
Una ola de frío había llegado a Lima a mediados del 2012 y en las noches llegaba inclusive a los 12 grados centígrados eran las 7:00 p.m. pero de un día Lunes (quizás el día más “bajo” para las “bebitas”) yo caminaba como desesperado por la larga avenida Chimu que llegaba hasta mi templo el "Telo Lila" a adorar a mi diosa pagana del sexo la monumental Gaby, me sentía medio raro, como angustiado, desesperado como que me faltaba mi buena dosis de droga, cada vez más cerca veía su Toldito y mi corazón se agitaba, como mi mente, yo ya la veía tendida en la cama esperandome con sus escandalosas y pulposas piernas sensualmente separadas, esperando abrazarme y acogerme con su lujuriosa calidez, yo establecía en mi cabeza el nuevo orden del programa de poses con la que la “castigaria” lo veía finalizando en la canina posición y yo dandole bofetadas a sus colosales nalgas, eso le gustaba, sin darme cuenta ya estaba cerca de aquel toldito y de su angosta entrada, subo por las escaleras, toco su timbre y me encuentro con el jovenzuelo que hacía de portero que ya se habia vuelto mi pata por las innumerables veces que venía los fines de semana a su local.

—Habla causita... milagro que vienes los Lunes —me dijo amistosamente, pero no me abrió sus rejas como las otras veces, algo malo yo sospechaba.

—¿Y la Negra Gaby? —le dije tratando de controlar mi desesperación.

—No a venido hoy día, tampoco vinieron algunas chicas, solo tengo a dos —me respondió en tono conciliador, dejandome extremadamente desilusionado.

Mentalmente buscaba en mi banco de datos las alternativas que tenía ese antro, a las justas había visto a un par de Rufianas que siempre asomaban tímidamente sus cabezas, escudadas en sus puertas, mientras yo hacia cola por Gaby, había una simpaticona de lentes donde llegaban siempre los impacientes y a otra que me parece que era alta cuyos gemidos se escuchaban en toda la hostal, yo estaba dudando.




—Yo te recomiendo a Andrea, es una nuevecita esta en el 202.Me saco de mis pensamientos el portero, pues yo pensaba retirame, pero ya estaba allí y tenía una necesidad, caballero le pague su peaje y pase a tocar la habitación 202, por mi mente pasaba la imagen que debería tener la tal Andrea, ojala que no sea como el de una jovencita delgada o el de una robusta mujer de más de 30 años, escucho los clásicos chasquidos de unos tacos y una pequeña figura me abre la puerta, estaba cubierta con un vulgar polo largo y muy holgado, supongo que era por el frio.

Me estafo el portero me dije a mi mismo, como va a reemplazar un mujerón como Gaby con esta pequeñez, ademas ya estaba algo hostigado de las mujercitas que midan poco más del metro y medio, aunque me puse a mirarla y era bonita, Tenía cierto aire a una pulpina Genesis Tapia pero se le veía media rechonchita, era media crespita, sus piernitas eran gruesas y carnosas, eso fue lo que me animó más, por un momento pensé que ese era el biotipo que se requerían a las mujeres bajitas que quieran dedicarse a este noble oficio de asistencia social.
Pase adelante y pude observarla mejor cuando le pague por el servicio, tendría unos 20 años, su cabello era largo y medio ensortijado de un color rojizo, punto a su favor me dije, pero su cuerpo parecía un costal de papas de 50 kilos con ese atuendo, le dije que me preste su baño para lavarme.

Me miraba resignado al espejo pues nuevamente tendría que satisfacerme con una de las “hermanas” de Vanessita y Shirley... era Andrea la hermanita gordita, salgo del baño conformandome con lo que había, yo ya estaba desnudo llevando mis cosas y de repente... no podía dar crédito lo que estaba viendo, la chatita estaba de pie dandome la espalda se quitaba su polo mostrando que debajo tenía armas mortales y no era gorda ni rechoncha como parecía, vestía una sexy lencería negra, aunque no poseia la cinturita de Vanessita, ni las fenomenales Nalgotas de Shirley, se le veía exuberante y voluptuosa, sobre todo sus gruesos muslotes, se sienta al costado de la cama, se desabrocha por atrás su brasiere hasta que gira sensualmente mirandome... yo casi caigo al piso patas arriba por la impresión... si Shirley estaba dotada de senos grandes y hermosos para su tamaño, esta chata ya abusaba, la madre naturaleza le había superdotado de unas enormes, esféricas y sobresalientes TETOTAS, esas colosales masas de carnes se le colgaron sensualmente al abrir su brasier y ella ya me había visto y vio tambien como en un segundo cobro vida mi virilidad que le apuntaba como queriendo despegarse de mi como un misil intercontinental.




—¡Rapidito te arrechas papí...! —me dijo sorprendida con su graciosa y picarona voz, por su acento noté que era de alguna región de la selva.

Me pongo frente a ella y ella se acomoda mejor al costado de la cama ensanchandose más sus ya macizos muslos y caderas, me mira provocadoramente a los ojos y me lo comienza a succionar gradualmente con mucho cariño, como si lo besara en la boca a su enamorado, al verlo que palpitaba, dejo de devorarlo y me miro sonriendo, me invito a acostarme en la cama y luego se me puso encima mio y comenzó a cabalgarme mirandome la cara, para confesarles no me gusta mucho esa pose, pero ella se le veía muy contenta y cómoda embistiendome, elevandose su temperatura mucho más que el mio, sentía que me quemaba, le igualaba en intensidad a la frenetica jineteada de Vanessita, la rompe catres.

—Ya se me fue el frío... —me dijo gimiendo, ya había pasado unos cinco minutos y le sugiero, el “misionero”, pero ella me interrumpe—. Un ratito más papí.

Luego se me despega y la noto bastante agitada, como se hubiera corrido una maratón y su rostro estaba de un tono rojo escandaloso y me lanza una mirada violadora que me turbó.
Luego se acomoda boca arriba flexionando sus piernas, las levanta y las separa un poco, invitandome a estar entre ellas y me acoje con calidez, yo aprovecho también en coger con mis dos manos uno de sus grandes y generosos senos, que parecía tener el tamaño de mi cabeza, la amaso, ordeño, las palpo también sus grandes glándulas mamarias, sentia nuevamente esa rica textura de un racimo de uvas, sus aureolas de sus pesones eran grandes no me pude resistir y me lo mame su teta derecha, luego la izquierda, ella me agarra cariñosamente de la nuca.

—Cuidado que me saques mi leche —me susurro cariñosamente al oído.

Mientras tanto mi parte inferior trabajaba como perforadora, luego de algunos segundos, se me aproxima la dulce y anestésica sensación del orgasmo.
Subo la intensidad de mis embistes y Andreita comienza a gemir, temblar y agitarse como si fuera su primera vez, comenzaba a murmurar algunas palabras que no entendia muy bien mientras gemía, yo solo logre descifrar una que me causo gracia:

—Qué rico cachas papí.

Yo ya estaba llegando a mis limites y me despego porque quería terminar en doggy style, se coloca sobre la cama, separa algo sus piernas y levanta su buen culo, quebrandose al máximo, las redondeces de sus muslos competían con las redondeces de sus hermosos gluteos, en su centro y más abajo su hermosa vulva se le abre un poco mostrando el color rosado de su entrada a la gloria, no la hice esperar y comienzo con el mete y saca, por su espejo veo que su cabello la cubría los ojos de tanto mover la cabeza, solo se notaba su boquita entrecerraba, mostraba sus blancos dientes, hay veces hacia un gesto de dar un beso, yo la sujetaba de la cintura y luego de sus enormes tetas que no podían ser contenidas por mis manos, yo en vano extendía mis dedos al máximo para agarrar la mayor superficie de esas redondeces... eran demasiado grandes, la fricción de nuestro coito comenzó a minar mi resistencia y sentía como si fuera lava de un volcán a punto de erupcionar, mi orgasmo, en forma de corriente seminal... se desencadena y una poderosa eyaculación me sale, realmente delicioso, le doy una cachetada en una de sus nalgas en señal de que acabe y me despegó de ella, al verla de frente me dio risa su apariencia, estaba roja, depeinada, sudada y su rostro demacrado por el esfuerzo físico, sus grandes tetas se movian al ritmo de su agitada respiración.

—Te demoras mucho —me decía con su voz entrecortada sonando más a halago que a reclamo.

Ella se quedo sobre la cama, yo me lave en su baño y cuando regreso, la encuentro boca abajo echada, me mira con cierta ternura, me acerco y le doy un beso de despedida en la mejilla y me retiro con la sensación de haber campeonado el Mundial olvidandome por completo de mi diosa de ébano.

 

Son ricas las tetonas, alucinante cuando se echan en la cama y sus tetas cobrando vida propia, quieren bajarse. Ni que decir de sus excelentes pajas rusas.

 

las tetonas son lo mas exitante que puede haber

 

Hasta ahora no he tirado con una tetona, espero hacerlo pronto, gracias por el relato

 

Es una delicia a tus sentidos:

 

Tambien tiene su videito:

 

Chevere tu vídeo, éxitos cofrade...

 

Muchas graxias mellonman5.

 

que ricoo es tirar con las tetonas no hay pierde

 

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No se ustedes pero yo prefiero las tetas que un buen culo, gustos son gustos y nada como chupar un buen par de tetas