Sra. Elsa 2da parte

Tema en 'Relatos Eróticos Peruanos' iniciado por lunatacas, 13 Sep 2017.

Etiquetas:

    lunatacas

    General

    100%
    Mensajes:
    1.106
    Me Gusta recibidos:
    745
    Puntos de trofeo:
    89
    Género:
    Masculino
    Profesión:
    Ingenebrio
    Ubicación:
    Santiago de Surco
    Sra. Elsa 2da parte
    Durante el almuerzo me reclamaban que tanto había hecho y por qué me había demorado, a lo cual respondí que la puerta de abajo no abría... para esto Juan ya estaba al tanto de lo que había ocurrido y no lo creía, me molestaba diciendo a las pruebas me remito.
    Ya en su cuarto, me seguía molestando, ¿quiero pruebas?, me acerque al escritorio saque un cigarro y recordé algo, cogí mi casaca y saque el sostén de Elsa, y se lo lance por el rostro, el sorprendido lo cogió y lo olió, tenía impregnada su loción... eres un maldito con suerte, ahora seguro que ni se acuerda que ha hecho. Eso pensé, pero reaccione manifestando, va a volver porque yo tengo algo que le pertenece, además la curiosidad va a poder más, ¿cómo? replico Juan
    Simple, no recordara que hizo, pero sus piernas tienen algo mío, increpé.
    Aguanta, ella estaba borracha y creo que no va a recordar nada, contesto Juan.
    Sonrió, cuando se despierte y se vaya a duchar va a preguntarse por qué tiene el calzón y las piernas manchadas de semen.
    Y que tiene que ver eso, replicó Juan.
    Curiosidad, querrá saber qué es lo que paso y quién le hizo eso… ten cuidado no te vayas a enamorar, exclamó mi amigo.
    Primero lo primero y luego veremos.
    Realmente me sentía muy seguro que volvería. A la vez empezaron las especulaciones de donde había estado esa madrugada, encima Elsa no daba cara y me preocupé un poco, Virginia había hablado de más y eso bastó para las especulaciones.
    Pasaron 02 semanas, Elsa llegó a casa de madrina, sostuvieron una amena charla, al rato me llaman; baje preocupado por lo que podían haber hablado.
    No participe de la conversación, porque todos estaban pendientes de mi actitud para con ella y viceversa, luego de una charla entre señoras salió el tema de una cobranza y surgió mi nombre en la conversación (yo estaba jugando en la computadora) mi madrina me dijo que coordine con Elsa referente a unas cobranzas, a lo cual accedí, se daba la ocasión adecuada para ver cuál era su actitud.
    Elsa me dio unas indicaciones y una fuerte cantidad de dinero, para realizar pagos en diversos bancos y trámites adicionales, Elsa se ofreció llevarme a la zona de los bancos para empezar con su encargo.
    Mi madrina aprobó el hecho y salimos, rumbo a su auto, ya en camino conversábamos referente a las cobranzas y demás tonterías, hasta que llegamos a un parque y estaciono el auto, huno un incomodó silencio.
    Elsa corto el silencio ¿cómo estás? ¿qué pasó ese día? Cuéntame chiquillo y no te guardes nada… ehhmmm le conté a grosso modo lo ocurrido y ella me decía que no era posible, comprendí que no se acordaba de nada, me hizo una serie de preguntas tontas, a las cuales respondía de la misma manera.
    Como la conversación se oba diluyendo en cosa tangenciales, me lance con todo… Elsa me gustas mucho y me encantaría que me des una oportunidad.
    Chiquillo, estás loco, soy mayor que tú y eso no puede ser – exclamó.
    Mi primera vez fue con una mujer que me llevaba muchos años y la pasamos bien durante 2 años, conteste.
    No te pases que va a decir la gente, chiquillo eres un mocoso aún.
    La gente no tiene nada que decir, sólo seriamos tú y yo, además no soy un chiquillo sólo me llevas 8 años
    ¡No! estás loco, además... ¡No! no estás loco.
    Está bien, es tu decisión, siempre digo lo que siento y a veces pierdo, pero me atraes mucho y me gustas como no tienes idea.
    Dime, ¿por qué quieres estás conmigo?
    (con esta me agarro y tuve que pensar rápido) Eres hermosa y ya te he dicho me gustas mucho y quiero hacerte olvidar a tu ex.
    Hummmmmm no es correcto, son 8 años de diferencia (y dale con la edad), eso ya lo veremos luego.
    Corto la conversación, se acercó dándome el beso más tierno y caluroso que me habían dado en la vida, entonces estamos juntos, le pregunte, ella sonreía coquetamente y no dejaba de besarme, parecía una niña dando sus primeros besos.
    La hora nos ganó y tenía que regresar para no levantar sospechas. Quedamos que me recogería pasadas las 5 p.m. del día siguiente.
    Y; así fue durante una semana la pasamos juntos, con besos y abrazos, largas caminatas tomados de la mano, parecía una niña con su primer enamorado, no me desesperaba porque sabía que tarde o temprano ella se entregaría y así fue.
    Un viernes, me recoge en su auto, nos besábamos y enrumbamos hacia un parque, bajamos del auto y la observo, como la canción de Pedro Suarez, estaba bella como las estrellas, con una sonrisa y sus labios brillantes, blusa holgada y falda que hacían juego, la misma que le daba forma a sus caderas, deslumbraba ese hermoso par de nalgas y con botas cortas que no desentonaban.
    Dimos unas vueltas al parque, conversamos y le daba suaves besos, cuando subía el tono de los mismos ella me alejaba, estás loco, alguien nos puede ver.
    Regresamos al auto, y ahora la cosa cambio, sus besos eran con lengua, los abrazos comenzaron a recorrer nuestros cuerpos, lograba acariciar sus senos por encima de la blusa, metí una mano por debajo de su falda y su recorrido no fue interrumpido, ella abrió más las piernas, permitiendo que pueda jugar con su trusa de encaje, hacerla a un lado y buscar su Monte de Venus y ¡que monte de Venus! Sus vellos eran suaves y delgados.
    Ella me besaba y jugaba en mi cuello, mientras mis manos recorrían sus labios mayores y enredaba su vello púbico, en un movimiento premeditado abrió más las piernas lo cual me permitió frotar su clítoris y jugar con sus labios, mientras le hacia una incesante paja, sentí mis dedos completamente mojados, gemía en mi oreja, ahhhh, ohhhhhh, hummmmm, que me estás haciendo. Seguía masajeándole el clítoris (completamente duro) y abría sus labios, mientras mi otra mano jugaba con una de sus nalgas y forzaba la entrada del ano, lo cual la hacía saltar y temblar a la vez. Mientras ella continuaba besándome y esta vez mordiendo mis labios, su lengua se peleaba con la mía, y sus quejidos no eran ajenos, ahhhhh, ohhhhh, que me estás haciendo, que rico, no te detengas chiquillo, no te detengas.
    Paso como una hora, continuaba con la estimulación de su clítoris, recorriendo sus labios mayores y halando los menores, jalando sus ensortijados vellos púbicos y enredándolos en mis dedos, mi otra mano atendía una de sus nalgas. Para esto Elsa ya había logrado liberar mi verga y me masturbaba suavemente, sin demoras, no la deje que se lo lleve a la boca, en este momento la homenajeada era ella, no yo.
    Elsa me aleja bruscamente diciendo ¡quiero que me caches!, ¡quiero sentirte dentro de mí!, ¡quiero que te vengas dentro de mí nuevamente! ¡quiero sentir tu pinga dentro de mí!
    Este fue el detonante, aunque esperen ¡quiero que te vengas dentro de mí nuevamente!... o sea, si te acordabas...
    Nos dirigimos en la búsqueda del hotel más cercano, el cual sería nuestro nido de amor en los próximos 2 meses... pedimos una habitación, antes de ingresar la cargue (como si fuera la noche de bodas) antes de ingresar a la habitación. Una vez adentro con paciencia fuimos desnudándonos mutuamente, primero la cascara luego los interiores, ella llevaba un conjunto color perla, de seda con encajes, lo cual produjo una excitación mayor en mí, ayudado por la fragancia que usaba e invadía el ambiente; mientras que mi miembro luchaba por salir de mi ropa interior, estaba más excitado de lo habitual.
    Una vez en la cama nos acariciamos, la desnude, al fin pude ver su hermoso cuerpo; las interminables piernas torneadas; sus bellos senos, pequeños, redondos, con un inmenso pezón oscuro y erguido; su vello púbico, rizado, castaño, suave al tacto, muy bien cuidado dejando notar el perfil del Monte de Venus y un triángulo equilátero encima de él; le di la vuelta para apreciar la redondez de esas preciosas nalgas, tersas, firmes, dejaban notar el trabajo del gimnasio; su ano, oscuro, sin explorar (de lo que no me equivoque) arrugado y latente. Tenía frente a una mujer simplemente espectacular.
    Elsa se voltea y liberaba mi miembro, desliza suavemente su mano por toda la extensión y corona con un beso en la cabeza, para luego bajar hasta los testículos, dejando un hilo de saliva encima de él, que placer sentía, ahhhh, casi me vengo con la primera lamida que me dio (de solo recordarlo ya estoy marcando a mil)
    Con un hábil movimiento me propuso un 69 y me ofreció la más hermosa vista y el inicio de un placer inenarrable. Era inquietante, Elsa me lamió desde la base y por momento mordía la cabeza, con su dedo índice empujaba el perineo, luego besaba el tronco, bajaba y succionaba mis testículos, se lo comía entero sin remordimiento, estaba a un paso de la gloria.
    Por mi parte, bese sus carnosos labios, lamía con lentitud y con un ritmo acompasado su clítoris, y mis dedos jugaban dentro de su vulva, mientras mi otra mano jugaba con la entrada de su ano, uno de mis dedos buscaba dilatarlo, el cuarto emanaba sexo por todos lados y gemíamos de tanto goce mutuo.
    Nuestras caricias orales mutuas, hicieron efecto en Elsa, sentí como sus piernas se tensaban, su espalda se arqueaba, como contraía su vagina y como apretaba mi dedo en su ano. Agggghhhhhhhhhhhhhhh siiiiiiiiiiiiiii, cayendo sobre mí, con la respiración entrecortada y mi cara llena de fluidos que parecía que me habían bañado. Recogí con mi lengua todo lo que pude y deje limpia la zona, aumentado o prolongando el placer de Elsa.
    Me puse a su costado y aprecie lo hermosa que se veía (pude comprobar lo que mi tía me decía, a las mujeres cuando las cachas bien, se ponen más hermosas) tendida sobre la cama, sólo me coloque encima de ella y separe sus piernas y con mi mano ubique la entrada de su vulva, penetrándola lentamente, ahhhhhh, sentía como mi verga se abría paso dentro de ella, aumente el ritmo hasta que perdí la noción de lo que estaba haciendo – realmente parecíamos dos animales apareándose – quería llegar dentro de ella inundar su interior con mi esperma, llenarla totalmente…
    Elsa exclama: ¡Ay, ay sigue, sigue amor, dale, métela toda no tengas miedo, dale!; ¡quiero que me tengas así toda la noche, ay, ay, llena con tu leche esté coño que arde de deseos por ti!… y así fue no aguante más e inunde su interior con toda mi esencia, fue realmente la gloria, mientras ella alcanzaba nuevamente un orgasmo.
    Descansamos un rato, estábamos empapados de sudor y de nuestros jugos, ella me miraba y sonreía, chiquillo eso estuvo bueno, espero que siga así; mientras su mano derecha hacia círculos sobre su pubis.
    Descansamos un rato, ella tomo la iniciativa y la mamada que me dio fue espectacular, pues puso mi verga apuntando al techo nuevamente, nunca lo había sentido tan dura, ahora te devolveré el favor luego le di vuelta y una lamida de nalgas, mordiéndolas suavemente, lamí su ano, un beso negro que la hizo estremecer, ahhhhhhhh, ¿qué haces hay?, lo preparo va a ser mío, estás loco, no se lo he dado a mi marido y ¿crees que te lo voy a dar a ti? Exclamó.
    Sonreí maliciosamente, pronto va a ser mío y ataqué otra vez, hundí mi rostro entre sus nalgas mientras mis dedos profanaban su vagina, que era una mezcla de sus jugos y mi semen. Ohhhhh, ahhhhh, hummmm, no sigas por favorrrrrr, que rico se siente, seguía hundiendo mi lengua en ese oscuro y arrugado agujero como queriendo buscar algo.
    Elsa se volteó sutilmente, levanté sus largas e interminables piernas, una a cada lado de mis hombros, dirigí mi verga al ingreso de su vulva y de un envión adentro, ahhhhhhhhhh, uffffffff, despacio que lastimas, no seas tosco, replicó. No espero segundo reclamo y le agarre las tetas para empezar a taladrar, continúe profanando su apetitosa vagina.
    Ella sentía todo el tamaño de mi verga en esa posición, a tal punto que se mano derecha empezaba una intensa estimulación en su clítoris, y su mano libre clavaba las uñas en mi brazo. Sigue chiquillo, sigue así, hazme sentir, que rica pinga que tienes, que rico se siente, no dejes de bombear, no te detengas, ¡que rico!
    Elsa no dejada de auto complacerse con su mano, estimulándose el clítoris, situación que no me fue ajena, por momentos me detenía y ella intensificaba su masturbación y hacia movimientos circulares con la cadera, no quería que salga.
    Sigue chiquillo, sigue dándome, no dejes de moverte, que rico se siente, dale, dale, muévete.
    Continuamos por un rato más, haciendo variaciones, puse sus dos piernas juntas en uno de mis hombros, sus pies pegados a mi pecho, sus dos piernas al aire agarradas con una mano, que rico panorama, ver como esa hermosa vulva engullía mi verga, verla entrar y salir era un espectáculo. Momentos en que grito me vengo, me vengooooooooo…
    Elsa es muy colaboradora en lo que al sexo se refiere, no objeta nada, se deja llevar y te sugiere posiciones, ella misma pidió que vayamos al piso (aun con la respiración entrecortada) sobre el cual me eche y ella se sentó sobre mí, cogió mi verga y la dirigió a su vulva, para dejarse caer, ohhhhhh, ahhhhhhhhhhhh, me cabalgo como si alguien la siguiera, el contorneo de sus caderas me proporcionaban un placer extremo, con sus piernas subía y bajaba, por momentos se levantaba mucho y dejaba escapar mi verga, por lo que presurosa exclamaba ¡mételo! ¡mételo! Lo quiero dentro, quiero tu pinga, obviamente la acomodaba y volvíamos al movimiento sincronizado, alcanzando otro gran orgasmo.
    Volvimos a la cama, me agarro de improviso y se llevó mi verga a la boca, hizo arcadas debido a que no esperaba sentir el sabor de mi semen mezclado con sus jugos, incluso me beso, no me quedo otra que aceptarlo, la eche esta vez de cucharita, levantándole una de sus contorneadas piernas, para que ella con su mano agarre mi verga y la dirija a su vulva, para empezar nuevamente la penetración, ahhhhhhhhhh, que rico, muévete chiquillo, muévete.
    Me acomode de tal forma que podía hacerla voltear el rostro para que nuestras lenguas se peleen y podernos besar, mis manos tenían apretadas sus pequeñas tetas y pellizcaba sus pezones, mientas ella se estimulaba el clítoris, en esa posición me percato del espejo que había en la pared y pude deleitar mis ojos con el monumento de mujer que me estaba comiendo.
    Cambiamos ahora de perrito para poder cogerla desde atrás, me agarre de sus caderas, y ver ese espectacular culo blanco, sus nalgas redondas, formando una pera de agua perfecta, taladrando hasta más no poder, dale, dale chiquillo, métela, métemela hasta el fondo, uffff que rico, exclamaba Elsa, sin que deje de estimularse el clítoris. El espejo esta vez ayudaba más e incrementaba el morbo. Continúe gozando de tremendo espectáculo, variando el ritmo, agarrando sus caderas y palmeando sus nalgas, luego pegado a su espalda para masajear sus tetas y pellizcar sus pezones, ella contorneaba sus caderas haciendo que la penetración sea más placentera, estábamos sincronizados por completo.
    Chiquillo detente, espera déjame tomar aire un momento, ufffff, ¿qué te han dado? Manifestó Elsa, aprovechando para soltarse y echarse, no le di opción a nada y cogí sus piernas entre mis brazos, dejando sus rodillas a la altura de mis codos, mi verga sola encontró el camino, penetrándola suavemente, ahhhhhhhhhhhh, mete y saca, esta vez sí me ensañe y prácticamente chocaban nuestras caderas por la fuerza de mis embestidas, hasta sentir esa corriente que viene desde la base del cerebro, recorre la espalda y explota en la punta de mi verga, llenando la vagina de Elsa con semen… ahhhhhhhhhhhhh, ella también alcanzo otro orgasmo.
    Me deje caer sobre ella, mientras recuperábamos el aliento, jugaba con mi cabello y me acariciaba suavemente la espalda, me recupere y nos besamos por un largo periodo de tiempo, descansamos un rato, el ritmo nos había pasado factura.
    Descansamos como media hora para luego entrar a la ducha, nos enjabonamos todo el cuerpo, poniendo énfasis en su vulva y ella en mi verga, la frotaba, yo jugaba con sus pezones, ella sonreía y se le veía muy hermosa.
    Oye Chiquillo, ¿Cómo puedes durar tanto? No es normal, me dijo, cariño recuerda que hago bastante ejercicio y estoy en forma, además soy un chibolo para ti, jajajajajajajaja, salimos de la ducha nos secamos mutuamente y envueltos en las toallas arreglamos el desastre de cama que habíamos dejado.
    Tendidos en la cama, nos besamos por largo rato y jugábamos enredando nuestros cabellos mutuamente, se descuidó y aproveché para quitarle la toalla y girarla para hundirme entre sus nalgas y lamer su ano; hurgarlo con mis dedos, puse en posición.
    Cuando Elsa se da cuenta de mis intenciones, me dijo ¡NO! ¡Por ahí no!
    ¡Es en serio! No puedo creer que, estando casada, ahora separada y sexualmente activa, tengas el * virgen, ¿es más nadie te ha pedido nunca hacerlo por ahí? Le reclame, Elsa se avergonzó y se recogió en una esquina de la cama, (uy creo que fui muy desatinado), no linda, no te estoy reprochando nada, no lo tomes a mal; sólo me llama la atención que no lo hayas hecho por ahí.
    No te voy a negar que mi exmarido lo intentó varias veces, pero me causaba mucho dolor y siempre lo dejábamos para después, luego otros lo han intentado, pero recuerdo el dolor y eso me desanima, y les cortó en seco para que no insistan, me contestó Elsa.
     
    lunatacas, 13 Sep 2017

    ¿Quieres

    Caletitas Reales
    Mejor Contenido
    Más Diversión

    ?

    #1
    A grindo doido, dokkosex y sic2005 les gusta esto.

    lunatacas

    General

    100%
    Mensajes:
    1.106
    Me Gusta recibidos:
    745
    Puntos de trofeo:
    89
    Género:
    Masculino
    Profesión:
    Ingenebrio
    Ubicación:
    Santiago de Surco
    Sra. Elsa 3ra parte
    Mira linda, yo te voy a estimular debidamente, voy a dilatar tu ano primero, para que me puedas recibir sin que te cause mucho dolor, eso sí, dolor vas a sentir, pero con menor intensidad, luego tú sola vas a pedir que te lo meta por ahí, y vas a expandir tus horizontes y descubrir nuevos placeres, recalqué.
    Hummmm, Chiquillo no sé, a estas alturas con lo bien que la estamos pasando, no es prudente que malogres la noche, dijo Elsa. Hacemos algo simple, te preparo y te estimulo, si te duele demasiado nos detenemos y aquí no pasó nada, te parece – contesté. Hummmm está bien – me contestó. Esto respuesta ocasionó que mi verga se levante inmediatamente.
    Procedo a besarla suavemente y hago que Elsa se posicione en 20 uñas, colocando almohadas en la parte baja de su vientre, me deleite viendo esas nalgas blancas, enormes y bien formadas, que coronaban en un pequeño agujero marrón oscuro arrugado, que más parecía que podías meter una ficha o moneda. Ubique mi cara entre sus nalgas, besándolas, chupeteándolas, lamiéndolas y mordiendolas, mientras ella se mostraba nerviosa. Poco a poco mis caricias fueron correspondidas, Elsa movía sus caderas y esas preciosas nalgas, de vez en cuando las palmoteaba, leves gemidos que evidenciaban placer y gusto, huyyyy que rico, mi lengua estaba vez atacaba su arrugado agujero, queriendo penetrarla, mientras mis dedos hurgaban su vulva y ella se estimulaba el clítoris.
    Puse mi verga en la entrada de su vagina y de un solo golpe al fondo, ella no se esperaba esto, auchhhhhhhhh, ohhhhhhhhhh, huy que rico, estuve bombeando un rato, con la finalidad de excitarla y hacer más fácil mi trabajo. Aprovechaba para meter mi dedo meñique en su arrugado agujero, haciendo que ella retire su cuerpo hacia delante sin sacar mi dedo, le dije al oído, tranquila es parte de la preparación, mientras continuaba con la montada, mi dedo ahora ya entraba sin dificultad y ella lo sentía, ¡Huy que bien se siente! Chiquillo no dejes de moverte – exclamó Elsa.
    Retire el dedo meñique y lo cambie por el índice, haciendo que ella recule, un beso negro hizo que se estremezca, embadurne mi dedo con saliva y sus propios jugos vaginales, metiéndolo en su oscuro agujero sin dificultad, ella no reacciono mal ante este invasor, continuando con la profanación de su *. Cambié e introduje el dedo del ginecólogo, Auchhhhhhhh, ¿Qué haces ahora? Exclamó Elsa, no te preocupes cariño es parte del proceso - conteste.
    Una vez que su * se acostumbró, procedí a meter dos dedos a la vez, sintió la pegada, tensando el cuerpo para después relajarse un poco, respirando hondo, mientras yo continuaba con el mete y saca, ella seguía auto estimulándose.
    Mientras que dilataba su ano, me acercaba para besarla, nuestros besos eran intensos y se le veía extasiada.
    Continúe con la profanación de su *, ahora con tres dedos, ella reaccionaba de la misma manera, y trataba de besarla, es algo incómodo, pero si te las ingenias puedes hacerlo, dejándola lista y preparada para ser sodomizada.
    Incremente la velocidad de mis dedos hasta que ella exclamó: ¡Vamos chiquillo métemela! ¡Por favor métemela, soy toda tuya, soy tu esclava, rómpeme el culo! ¡Quiero sentir tu verga en mi culo!
    Así fue, coloque la cabeza y poco a poco fue ingresando en su arrugado agujero, sentir como su esfínter se resistía ante el invasor fue demasiado, Ayyy, Ayyy, duele, duele, ¡Sácalo! – espera linda tienes que acostumbrarte al tamaño.
    Elsa estaba tensa y sus manos se agarraban fuertemente de las sabanas, me detuve un momento, para besarle la espalda y no se arrepienta.
    Ya había ingresado toda mi cabeza, lentamente fui avanzando en su interior y podía sentir como su esfínter cedía al paso de mi verga, mientras ella se quejaba y me decía que pare, que le dolía demasiado; tranquila cariño relájate, notando que ya no se auto estimulaba, no dejes de masturbarte – le dije.
    Estaba en la tercera parte del camino, la había dejado que se relaje y se acostumbre al nuevo invasor, nuevamente metí otro pedazo de mi verga, esta vez ella solo respiraba hondo y pausado, me miraba de reojo y la tensión en sus manos era menor. Sin llegar hasta el fondo, comencé un lento mete y saca, ayyyyyy, auchhhhhhh, duele, me duele, no te detengas chiquillo, me estas matando – exclamó Elsa.
    En movimiento que no esperaba Elsa se pegó a mí con fuerza haciendo que sus nalgas choquen con mis piernas, levanto su espalda, la abrace y giro su rostro, auchhhh, ayyy chiquillo, me duele y no sé por qué me gusta, me has hecho hacer cosas que no debía, pero lo estoy disfrutando y espero que también tú; dicho esto volvió a la posición de perrito.
    Era todo un espectáculo ver ese hermoso trasero, de nalgas perfectas con mi verga en la mitad, respire profundo y de un solo empujón se la mande hasta el fondo, arrancándole quejidos de dolor, pero con el pasar de los segundos fue cambiado por exclamaciones de placer, auchhhh, ayyyy chuillo me estas matando, que rico, no dejes de moverte, dale, muévete, que roca pinga tienes – exclamaba Elsa. No aguante más y termine llenando de semen su riquísimo culo, mientras ella alcanzaba otro orgasmo.
    Me deje caer sobre su espalda y ella a su vez cayo, tendidos unos sobre el otro, nos reíamos, chiquillo no saques tu pinga de mi culo, déjala que se salga cuando ella quiera, que rico, no creía que se podía sentir placer al hacerlo por atrás, estuvo bien hummmmm me ha gustado mucho, desde ahora mi culo es tuyo solo tuyo… ya me había incorporado y ella se había volteado para poder darnos un beso muy apasionado. Entonces ahora eres mi mujer – le dije; si cariño souy tu mujer, tu amante y si quieres tu puta – exclamo.
    Fue el comienzo de una intensa relación, inolvidables sesiones amatorias, sexo intenso, casi a diario teníamos relaciones, a excepción de los fines de semana que nos encerrábamos, haciendo todo lo que nuestra imaginación daba, encontrándonos en diversos lugares, con jugueteos, tomando actitudes ajenas, fue una relación estupenda, con sus altas y bajas.
    Debo confesarles que con Elsa mis erecciones eran más prolongadas, ¿por qué? No lo sé, sólo que con ella podía estar literalmente toda la noche, llegaba a tener hasta 6 erecciones como si nada, y la hacía alcanzar hasta 15 orgasmos por encuentro, el placer que nos propinábamos era intenso.
    Lamentablemente, mi ímpetu pudo más y ella siempre me pidió que no me enamore, pero no puedes decirle a tu corazón de quien te quieres enamorar, le dije que la amaba y quería que sea mi mujer (conviviente, esposa no se), lamentablemente ella corto nuestra relación en el acto, no sin antes despedirnos debidamente.
    Elsa siempre pensó que era un chiquillo, y esos 8 años de diferencia pesaban mucho, además su ex esposo la presionaba mucho con la parte económica y amenazaba con quitarle al hijo, y contra eso no tenía opción. Ella no buscaba sólo alguien que la satisfaga en la cama, sino alguien que complemente su vida y al parecer no pude asumir ese rol. No he sabido nada de ella desde entonces, espero que le vaya muy bien.
     
    lunatacas, 13 Sep 2017

    ¿Quieres

    Caletitas Reales
    Mejor Contenido
    Más Diversión

    ?

    #2

    sic2005

    Comandante

    32%
    Mensajes:
    563
    Me Gusta recibidos:
    334
    Puntos de trofeo:
    32
    Género:
    Masculino
    Bien relatado!, muy buen relato cofrade, salud!!
     
    sic2005, 13 Sep 2017

    ¿Quieres

    Caletitas Reales
    Mejor Contenido
    Más Diversión

    ?

    #3
    A grindo doido le gusta esto.

    Jaken

    VIP MEMBER
    100%
    Mensajes:
    2.424
    Me Gusta recibidos:
    12.975
    Puntos de trofeo:
    229
    Género:
    Masculino
    Buen aporte
     
    Jaken, 13 Sep 2017

    ¿Quieres

    Caletitas Reales
    Mejor Contenido
    Más Diversión

    ?

    #4
    A chetost le gusta esto.

    Raid11

    Comandante

    13%
    Mensajes:
    526
    Me Gusta recibidos:
    174
    Puntos de trofeo:
    27
    Género:
    Masculino
    que bien continua asi
     
    Raid11, 31 Dic 2017

    ¿Quieres

    Caletitas Reales
    Mejor Contenido
    Más Diversión

    ?

    #5
    A edgaryn le gusta esto.

Compartir esta página