El amanerado

Tema en 'Relatos Eróticos Peruanos' iniciado por Pier10, 22 Abr 2024.

    Pier10

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    2005

    El último año del colegio. Mi promoción no era conocida por ser muy unida. Era conocida por ser pitorresca. Cada uno estaba decidiendo qué hacer con su destino. Yo estaba perdido, no sabía qué quería o qué opciones tenía. Mi compañero Andrés parecía tener todo preparado, contaba con firmeza cada detalle de los próximos cinco años de su vida.

    Andrés era un hombre con rasgos indígenas: cabello negro, piel morena, nariz aguileña y de baja estatura. Siempre fue tranquilo y respetuoso, pero por alguna razón, su forma de ser, actuar y hablar nos confundía a todos. Parecía ser un hombre gay reprimido. Decía algunas frases que nos parecían poco masculinas y siempre lloraba por cualquier cosa sentimental. Recuerdo haberlo visto llorar como un niño cuando vimos "Corazón Valiente" en las clases de Historia.
    Como estaba perdido, le pedí ayuda y él, sin ningún tipo de soberbia, me aclaró el panorama. Fue la primera vez que conversamos bastante y supe que sería un hombre de negocios. Desde entonces, siempre me saludaba y pasábamos tiempo juntos. Nunca insinuó ni bromeó de manera que me hiciera pensar que era homosexual.

    2006

    Mis padres, como es costumbre en Perú, querían obligarme a estudiar una carrera universitaria. Yo no quería, sabía que mi vocación estaba en otro lado y prolongué mi rebelión todo lo que pude. Llegó el ultimátum y por eso decidí irme del Perú.

    Dos días antes de viajar me encontré con Andrés. Él estaba estudiando Administración en una universidad pagada. Me sorprendió que había crecido un poco y que su nariz estaba más perfilada. Me dijo que estaba haciendo algunos cambios en su apariencia, ya que la forma en que te ven es la forma en que te tratan.

    2015

    Por los diez años de nuestra promoción, recibí una invitación del colegio. Querían organizar una reunión de recuerdo, tomar algunas fotos y organizar un pequeño campeonato de fútbol. Acepté y compré mi pasaje. Era hora de regresar a mi ciudad, de reunirme con los míos, de disfrutar de mi comida y de arreglar las cosas con mis padres.

    Poco a poco fueron llegando mis compañeros. A pesar de que yo no estaba en mi mejor forma física, mis amigos habían descuidado bastante su apariencia. La mayoría estaba con sobrepeso, calvos, con hijos y en trabajos convencionales. Andrés llegó un poco tarde, pero su llegada se hizo sentir. Llegó en un auto nuevo y acompañado de una mujer deslumbrante. Al verla, no pude evitar pensar que ella era como una versión de Malu Costa de otra línea temporal.

    Andrés me saludó efusivamente. Me presentó a Cristina, su acompañante. Nos sentamos en la misma mesa y conversamos sobre el pasado. Había logrado todo lo que dijo que haría cuando estábamos saliendo del colegio. Noté que su apariencia era diferente; su piel parecía suave y lozana, olía muy bien y su cabello estaba peinado de forma moderna. Su ropa relucía y se notaba que le había ido muy bien en los negocios.

    Pasadas las horas, comenzamos el campeonato y todos los presentes participarían. Andrés estaba en la defensa y sorprendió a todos jugando de forma impecable. Yo estaba sentado al lado de Cristina, esperando mi turno para jugar. En una jugada de contraataque, Andrés se deslizó y recuperó la pelota limpiamente. En ese momento, otro compañero dijo: "¡Quién diría que el 'maricón' ahora es hombre y sabe pichangear!"

    Entendí que Cristina estaba algo incómoda. Ella me preguntó:
    • ¿Por qué dicen eso de Andrés?
    • Es parte de las bromas del colegio. Nada más.
    • Necesito que me digas la verdad, pero nadie puede enterarse de esto. - justo en ese momento me llamaron para entrar a jugar.

    Horas más tarde, celebramos las dos victorias. Algunos bailaban y otros se despedian. Tomabamos cerveza, como en los viejos tiempos, pero está vez era de una mejor calidad y helada.
    Con el pasar de las horas las bromas y los recuerdos fueron aflorando. Fui al baño y cuando salí Cristina me esperaba.
    - Necesito saber la verdad.
    - ¿De qué estás hablando?
    - ¿Tú te acostaste con Andrés?


    continuará...
     
    Pier10, 22 Abr 2024

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    - ¿De que diablos estás hablando?
    - ¡Quiero la verdad! Por favor, necesito saber que es lo que pasa.
    - No entiendo a donde quieres llegar, pero tienes que saber que yo soy hombre. - Pensé en decirle, si quieres te muestro en el baño de lo que soy capaz, pero contuve mi cólera.
    - Es que no es la primera vez que escucho bromas que se refieren a Andrés como gay. - unas lágrimas corrieron por sus mejillas.
    - Cuando eramos chibolos le decían gay, pero era por que siempre fue educado y tranquilo. Osea era muy sencible, era algo raro, pero nunca hubo evidencias de que lo fuera.
    - Yo me casé con él porque lo vi como un protector, como alguien que podría darme estabilidad
    - ¿Pero no lo amas?
    - Lo quiero mucho, pero nunca llegué a amarlo. - su voz tembló y en su mirada había culpa. - No sé por qué te digo todo esto, pero espero que seas discreto.

    Un silencio muy denso se apoderó de la conversación y ella solo atinó a irse nuevamente al lado de Andrés. Yo pensaba, mientras tomábamos, que ella era una mujer motivada por el dinero y que Andrés debe haber dado algún indicio para que ella esté así.

    Meses después

    Recibi una solicitación en Facebook. Era Cristina, tenía un foto de perfil donde afloraban sus encantos. Pensé en si debía o no aceptar la solicitación. Al final la acepté. No tenía nada de malo en tener una mujer de un amigo como amiga virtual. Debo haber demorado unos diez minutos en responder, cuando lo hice inmediatamente llegó un mensaje de ella.

    Necesito verte para conversar. Puede ser raro, pero tú eres un buen amigo de Andrés y necesito pasar está historia a limpio.

    El destino quiso que este en Perú por esa fecha. Entonces acepté, pero le dije que sería en un lugar público.

    En los extensos primeros cuarenta minutos de conversación, ella me informo que Andrés ya no la deseaba, que habia conseguido un mejor amigo, muy guapo y que estaban juntos todo el tiempo, según el todo era por trabajo. Inclusive viajarón juntos por ocho días a Mexico. Ella estaba más que convencida que Andrés era gay y queria que yo lo visite y le saqué la verdad.

    - No lo haré.
    - Por favor, hago lo que tú quieras.
    - Mira, eres una persona que solo está con él por su dinero. Y encima me dices que haces lo que quiera. Osea quieres traicionarlo y hundirme junto en ese barco.

    Estaba furioso por tal atrevimiento. Pero ella solo atino a ponerse en pie, mirarme fijamente y después hincarse y gatear por debajo de la mesa. El mantel largo de cuadros la cubria por completo. En segundos sentí sus manos abriendo mi bragueta. La aleje como pude, pero ella regreso insistiendo. Mi pene ya estaba al descubierto y antes de poder decir algo, ella ya estaba chupandolo.

    continuará...
     
    Pier10, 24 Abr 2024

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